CAPÍTULO 7

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Katia había hecho el trabajo más maravilloso de humillación posible. Terminó con cada uno de las dignidades de Sandra y sus amigas, pero lo que hizo a Sandra era lo mejor. Sandra se estaba preparando para la graduación, fue a un salón para pintarse el cabello a lo cual Katia había pagado para que quemaran el cabello de la chica, la chica perdió gran párate de su cabello pero latía mo estaba conforme así que pagó nuevamente para que unos niños le pegaran chicle en su cabello, dejándola totalmente calva.

Camila al enterarse que estaba sucediendo con cada chica y ver fotos de Sandra totalmente calva, llamó a Lauren para hablar.

-Hola, te traje unos chocolates-

-Gracias-

Lauren se sentó alado de la castaña, la saludo con in beso.

-Te dije que no hicieras nada a Sandra y sus amigas-

-No he hecho nada, te prometí en no hacer nada y lo estoy haciendo-

-Acabo de ver todo lo que están pasando, te dije claramente...- Lauren la beso

-Todo este tiempo he estado contigo-

-Sigo sin creerte- se cruzo de brazos.

-No hice nada, de la escuela e venido contigo para que no estés sola-

-Tienes razón, es que se que eres capaz de hacer cualquier cosa a esas mujeres-

-No voy a romper mi promesa-

Faltaba un solo día para la graduación, Camila ya se podía mover solo la dejaron con una bota, eso la alegro un poco a si no tendrá problemas para recoger su diploma.

Lauren y Camila habían hablado en no ir al baile, realmente no querían estar con esas personas. El padre de Lauren les dijo que podían hacer una comida para celebrar su graduación, ambas aceptaron y la familia de la castaña estaba invitada.

Al terminar la universidad, muchas bufete de abogados se interesaron en Camila y Lauren, ambas no estaban interesadas, así que Camila solicitó ser policía a lo cual tenia que llevar un entrenamiento bastante duro, Lauren le ofreció su ayuda para estar en forma.

-Rompiste tu récord-

-Cuanto... Tiempo- Camila aun seguía corriendo en la caminadora.

-36-

-Puedo... a los 40-

-No te esfuerces mucho-

Lauren no se quería ver como una pervertida, pero no podía dejar de ver los glúteos de la castaña cuando corría. Podía sentir como su pene cada vez se ponía más duro. No habían tenido relaciones sexuales, siempre paraban cuando estaban muy exitadas, ambas no estaban preparadas para dar ese paso.

Lauren se pudo detrás de Camila para que se detuviera, pero la castaña pudo sentir el pene de Lauren.

-Me estabas... viendo- Lauren se sonrojo.

-Eh no... no yo estaba...-

-Somos novias... Yo también te veo cuando haces ejercicio-

Camila empujó su tracero, Lauren solo soltó aire y apoyo su cabeza en el hombro de la castaña.

Lauren la tomo y la llevó a las colchonetas, cada vez que cada una se provocaba era horrible parar en medio de un casi orgasmo.

Camila la empezó a besar el cuello, mientras que Lauren empujaba para llegar a ese apreciado orgasmo que siempre quiso, ambas estaban leggings, Lauren acompañado con un short. La ojiverde le había comprado esa ropa a lo cual se arrepentía, pues Camila con leggings era su debilidad.

Pro Memoria (Camren Gip) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora