Pro Memoria (Camren Gip)

CAPÍTULO 11

-¿Por qué me tragiste aquí?-

Camila le había dicho a Lauren que la invitaba a un cenar, la ojiverde se le hizo un poco extraño, pero pensó que tal vez con su dinero quería hacerle un detalle a la ojiverde.

-Tengo que decirte algo, pero...- tomo una caja que había escondido en la mesa- a quiero que lo habrás-

-Cariño, no era necesario-

-Ya se que tienes casi todo, pero se que te va a gustar-

Lauren empezó a rasgar el papel y ver la imagen de la caja sabía que no solo le había gustado, era algo más especial para Lauren en ese momento.

-Camila-

-Cuando lo vi, solo pude pensar en ti-

La caja de accesorios de joyeria del juego assassins creed, uno de los favoritos de la ojiverde.

-Dime que no te costó mucho-

-No mucho, esos dos son bañados en oro-

Lauren solo hizo una mueca, pero sabía que Camila quería compensar lo que ella había hecho desde que se conocieron.

-Dame tu mano-

Camila extendió su mano, la ojiverde tomó un anillo que era delgado y perfecta para Camila y se lo puso.

-Me gustaría que este sea nuestro anillo de promesa- Camila la vio sorprendida- No puedo pensar en otra persona esperándome en el altar que no fueras tu. Eres la mujer más hermosa que pudo estar a mi lado-

Camila estaba aguantando el llanto, pero no pudo soportar más dejando que las lágrimas calleran de la felicidad.

-Lauren, era yo quien te iba a dar una sorpresa- se limpio las lágrimas tratando de no arruinar más su maquillaje.

-Bueno, yo esperaba darte un anillo más de tu gusto-

-No, es perfecto. Así puedo recordarte en donde este-

Camila tomo también un anillo bañado en oro y grueso, sabía que era del estilo de la ojiverde, tomó la mano de su novia y le puso el anillo.

-También quiero que lleves uno, por que eres lo más maravilloso que me a pasado-

-Te amo-

-Te amo más-

Lauren acercó más su silla para poderla abrazar y darle un beso. Esa noche Camila le había dicho a Lauren que la habían aceptado en la área de investigación y en un futuro estar en la FBI, algo que estaban esperando desde semanas ahora la ojiverde estaba feliz por el logro de la castaña. Tenían pensado pasar la noche en la casa de Lauren, pero la madre de camila les había dicho que la ojiverde se quedara a dormir en la casa, para que no estuviera en soledad.

-Amor estaba pensando si... Ya sabes- dijo Camila bajando.

-Mmmh no quiero perder la confianza que tengo con tus padres-

-¿Mañana?-

-Mañana sin falta, podemos ir a mi casa-

-Me parece genial-

Lauren se había despertado temprano para hacerle el desayuno a la castaña, no sabía cocinar pero al ver su desayuno un poco sencillo le pareció buena idea pedirle a la madre de Camila que le enseñará a cocinar.

-Cuídate mucho hija-

-Si mamá. Adiós cariño- le dio un beso a la ojiverde- ¿Pasas por mi para comer?-

-Eh tal vez tengo que hacer algunas cosas, te aviso en el trascurso del día-

Realmente tenía pensado en llevarle la comida, y tener un momento más a gusto con ella.