Narrador Omnisciente:
En un poblado de Estados Unidos, precisamente en Nueva York, una de las más respetadas empresaria le gritaba furiosa a sus empleados. Jennie Kim, o Doña Iceberg como sus empleados la llaman, planeaba destruir o tener bajo su poder a toda Tailandia. Kim sobornaba y manipulaba a las personas, para que estas aceptarán sus contratos. Unos contratos que siempre estafaban a esas pobres personas frágiles y sin mucho, económicamente. Jennie Kim tenía una Isla a la mira, Koh Tao, o la Isla de Tortuga como quieran llamarle.
La castaña llevaba tiempo planeando tener esa Isla y no iba a permitir que ningún viejo, como ella le dice al señor a cargo de esta Isla, que arruinara sus planes.
-Volare a esa Isla.-
Decía la empresaria una y otra vez, mientras su amiga, Jisoo, trataba de hacerle razonar. La reunión había cesado y solo quedaron ellas dos en la oficina.
-Jennie, existen más Islas que puedes tener. ¿Cuál es tú empeño en obtener esta?-
Su amiga estaba harta de los caprichos de la morena, porque eso era, solo un capricho.
-No me estás entendiendo, Jisoo. Nadie puede negarle algo a Jennie Kim.-
Hablo la castaña con un tono frío y emprendedor.
-Estás mal, Kim. Tú madre no te hubiera permitido hacer esto.-
-¡Estoy cansada de lo que dirá o no mi madre! Está empresa ya es mía, y ella ya no tiene el derecho a juzgar nada.-
Jisoo apretó los dientes, sabía que pelear con su amiga era una perdida de tiempo. La empresaria era bastante obstinada.
-Está bien, llamaré para que vayas a Tailandia el sábado.-
-Falta bastante para el sábado.-
La pelinegra la miro desafiante y con enfado reflejado en su rostro.
-Dije que el sábado, Kim, ya no argumentes.-
Sin más, salió de la oficina, dejando a la morena con el ceño fruncido. Un ceño que ya era costumbre para sus empleados. Jennie estaba conciente de que es un dolor de culo, y que no era bien recibida en su propio edificio, pero para ella eso era un logro. Se sentía orgullosa de ser temida por sus súbditos.
-Señorita Kim.-
Hablo una de sus secretarias, con un tono tímido. La castaña giro sobre sus talones con su típico semblante serio y encaro a la chica.
-¿Qué quieres?-
-Los señores Park están en su oficina, quieren hablar de algo.-
-Sacalos.-
Ordeno sin importancia alguna.
-Señorita, es muy importante. Son los dueños de la empresa vecina, están reclamando por sus acciones.-
Jennie respiro profundamente y salió a paso firme hacia su oficina, nunca había podido conocer a los dos hombres, pero ya la tenían loca. La morena se preguntaba como todavía no ha salido en las noticias por asesinato.
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Revelado | JenLisa
FanfictionMini historia: Dónde una militar retirada y una empresaria eran... ¿Amigas?, ¿Pareja?, ¿Qué eran? Ni yo, que soy la narradora, sé cómo etiquetarlas. Supongo que ellas lo aclararán.