Mini historia:
Dónde una militar retirada y una empresaria eran... ¿Amigas?, ¿Pareja?, ¿Qué eran?
Ni yo, que soy la narradora, sé cómo etiquetarlas. Supongo que ellas lo aclararán.
De vuelta en el hotel, mientras que las dos mujeres bajaban las escaleras, en la recepción cinco hombres con pasamontañas les apuntaban a los hospedados con sus armas. La señora Manoban rezaba en el suelo, mientras que su esposo estaba siendo apuntado en la cabeza. Todos en la escena pedían piedad una y otra vez, al punto de que los hombres se cansaron y mataron a algunos con un solo disparo en la cabeza.
¿Cómo era ésto posible? Bueno, vamos a regresar un poco en el tiempo.
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Flashback...
Desde generaciónes todos los Manoban han sido militares, desde los hombres, hasta las mujeres de la familia. Claro que los padres de Lalisa no fueron la excepción, ganándose así un enemigo. Lee Jung-jae, o como todos lo llaman, El Escorpión. Era ex militar, y ex mejor amigo de los padres de Lalisa. Como dijo Bob Marley: "Tú peor enemigo puede ser tú mejor amigo, su mejor amigo y su peor enemigo."
El hombre se alió con los contrarios, solo para vengarse de sus "amigos". Se preguntaran, ¿por qué vengarse?, ¿Por qué traicionarlos?
Aprendí algo, y es que todos nacemos con una pizca de maldad en nuestras venas. Solo desarollas esa parte de tí atravez del tiempo y de lo que aprendes, viendo cosas en este mundo cruel. Cómo las películas; el villano siempre tiene una razón para ser de esa manera y querer destruir, acabar con alguien, o simplemente crear algo que el mundo no tiene claro o no entiende.
El Escorpión, y me refiero a una persona como tú y yo, con sentimientos. Era un niño de dieciséis cuando una bomba explotó su casa y mató a cada uno de sus familiares, desde sus padres, hasta sus tres hermanos. El niño juro por su vida que vengaria la muerte de cada uno. La persona que se atrevió a arruinar su felicidad iba a ser torturada, hasta que pidiera piedad por si misma.
El velorio de sus familiares fue tan triste, solitario, y sin vida. Que si me lo preguntas; diría que es muy relativo, incompleto. Nadie de sus conocidos fue, mucho menos el mejor amigo de su padre, el señor Malee Manoban. El único culpable de matar a la familia Lee, y a los pocos años después, asesinado por las propias manos de Lee Jung-jae. A el Escorpión no le basto y quería más, así que fue por su esposa y hijos, pero los Manoban ya habían escapado.
Años después llegó a matar a su esposa, torturandola hasta la muerte, pero sus hijos se fueron de sus garras. Desde entonces, el Escorpión ha buscado a los Manoban por todo el mundo, hasta que los encontró en Koh Tao.
Fin del Flashback...
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Quince hombres fueron enviados por Lee Jung-jae con una sola misión, matar a los Manoban.
La rubia, que recién llegaba en una bicicleta vieja, pudo ver a los tres chicos frente al hotel. Se pregunto cuando su tíos habían contratado vigilantes, pero al ver cómo los hombres traía consigo armas, esa confusión cambio.
La retirada se sabía con lujo de detalle cada rincón del fino hotel, era obvio, había vivido en él. Lisa se fue por la parte trasera y como era de costumbre, su tío tenía las escaleras en el mismo lugar de siempre. Dónde antes la rubia se escapaba para irse con sus amigos de fiesta. Subió por estás largas y oxidadas escaleras, hasta la ventana del segundo piso. Cuando al entrar por esta, unos de los trabajadores paso de largo, sin ver a la rubia. El hombre caminaba de lado a lado, así que Lisa espero y cuando volvio a tenerlo cerca propago un golpe en su nuca, haciendo que este cayera inconsciente. Sin que nadie la viera, lo arrastró a un lugar apartado dónde nadie pudiera ver al joven, para luego quitarle el arma. Así mismo paso con el segundo hombre y el tercero, que esté se resistió y la rubia tuvo que darle un golpe ágil y fuerte en el centro de su frente para que así cayera de una vez.
En la recepción seguían los huéspedes acostados en el suelo, con sus manos en la espalda y sus cabezas dobladas, mirando a un punto fijo. Ahora se sumaba alguien nuevo, y era que la castaña peleaba con uno de ellos verbalmente, mientras que otro la tenía agarrada de los brazos para que esta no se abalanzara contra su compañero.
Jennie al ver que pasaba en la recepción, no dudo en tomar acción y enfrentar a los chicos como si fuera el mismo Dios y no pueden hacerle nada a ella. Jisoo se quedo perpleja y observaba la escena espantante. No quería que matarán a su amiga, por más antipática que sea.
-¡Sueltame, animal sin cuello! Mataré a este imbécil por reírse en mi cara.-
-¿Quien les dió los huevos a esta niña?-
Hablo el hombre con burla y Jennie lo miro desafiante, para luego sonreír.
-Que curioso.-
-¿Qué?
-Que el árbol de Navidad tenga más bolas que tu.-
El contrarió se sorprendió tanto, que hasta sus mejillas se pusieron coloradas como el color de una fresa. Estaba dispuesto a quitarle esa sonrisa arrogante que tenía Jennie en la cara.
-Me las vas a pagar, bastarda.-
-Basta, Felix.-
Interfirio el chico que anteriormente tenía a la castaña de los brazos.
-Estuvo chistoso, admitelo, pero no gastes tú tiempo matandola.-
-¿¡Qué!?, ¿Ahora te gustan las perras, Chang bin?-
-Me encantan, y más está dulzura.-
El chico giro su cabeza para ver a la castaña, que hace un minuto estaba detrás de el, y que ahora había desaparecido.
-¿¡Dónde carajos está!?-
-La perdiste cuando dijiste "matandola".-
Río divertido Felix.
-¡Busquen a esa hija de puta!-
Ordeno con enfado, creando así un caos y que lo hombres salieran corriendo en busca de la empresaria.
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