¿Saben que es estar al borde de quitarse la vida? ¿Ha presenciado tu propia muerte? ¿Han pensado en cómo sería su velorio si algún día deciden irse de esta tierra? Sabía que no tenía una salud mental sana, pero no dejaba de pensar en nada más que no...
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Capítulo 4
— Ser igual a los demás debes de ser muy aburrido — murmuro sin saber qué fue lo que Hannah habló con mi madre. Hannah vive muy lejos de aquí ¿Cómo se atreves a venir a mi casa y a llenarle la mente de cosas feas sobre mí a mama?
—¿Se puede saber por qué no va a participar en el baile escolar? — me pregunta, me quedo en silencio — responde por favor — insiste.
— ¿No hay nada de comer? Muero de hambre — trato de evadir el tema, coloco mi mochila arriba de la mesa y me dirijo a la cocina, mi madre me sigue.
— Te he hecho una pregunta, no trate de evitarla — se cruza de brazo.
— No quiero participar — respondo con sinceridad.
— ¿Por qué? Si no participa tu nota estará muy baja y no podrá ingresar a la universidad.
— No es cierto.
— ¿Me está diciendo mentirosa? — me mira de re ojo.
— Solo dije no es cierto, la maestra nos dejos unos trabajos y obtendremos la misma nota, el baile no es obligatorio.
No te creo, Hannah me dijo otras cosas — me mira de reojo.
— Sin faltarle el respiro a usted le diré algo, Hannah es una metiche mentirosa y manipuladora ¿Como puede creerle más a esa mentirosa que a mí que soy su hija? — respiro.
— ¿No quieres saber todos lo que me dijo?
— No me interesa — salgo de la cocina con una manzana en la boca.
— ¿Por qué eres así? — detengo mi paso.
— ¿Así como?
— Quiero lo mejor para ti, estoy preocupada por ti...
— Yo también quiero lo mejor para mí, y gracias por preocuparse por mi — tomo mi mochila y comienzo a subir la escalera.
— Va a participar en el baile — me grita.
— No lo haré — llego hasta el final de la escalera y me adentro a mi habitación.
Ruedo mis ojos por la frustración.
¿Como se atreves?
No voy a participar en ese baile, no lo haré.
Horas más tarde me encuentro tirada en mi cama con mi bata de dormir. Tengo que iniciar a hacer el trabajo de la escuela, es muchas cosas, pero prefiero hacer el trabajo que participar en ese baile.
— Pitufa ven baja a cenar — mi hermano mayor me llama desde abajo. Él siempre me dice así por lo enana que soy, bajo la escalera con rapidez.
— ¿No puede peinarte? — me pregunta y me pasa la mano por la cabeza. Mi hermano mayor es lo que más quiero, siempre me cuida y está ahí cuando lo necesito. su nombre es Bryan y está estudiando medicina, tienes 27 años, le falta sólo un mes para graduarse, si, tengo un hermano médico.
— Si te molesta vermes despeinados no me mire — le digo sarcásticamente.
— Eres muy molesta.
— Y tú eres muy mirón Bryan — nos reímos, mi cabello es corto, pero se puede manejar, es muy lindo, es un pelo lacio, pero no me gusta.
— Mi chaparrita — me carga y me da vueltas.
— ¡Bájame ya! — le gritó, pero él no me hace caso — ¡voy a vomitar! — sigue sin escucharme, empiezo a patalear — ¡Bryan! ¡Mamá! ¡Mama! — el ríe a carcajadas.
— ¿Que está pasando? — grita mi madre desde la cocina, Bryan me baja y se ríe.
— Eres una amargada — le saco la lengua y caminamos al comedor.
