Capitulo 30

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Parpadeé mientras paseaba mi mirada entre Abby y Nora y debía admitir que me estaba empezando a preocupar. En primer lugar, porque habían permitido que las arrastrara hasta mi habitación en silencio y, en segundo, porque habían permanecido así los quince minutos que llevábamos aquí.

En este momento me habrían servido el par de idiotas que las habían llevado hasta el invernadero, pero se habían quedado junto a Leo.

El silencio en las mellizas nunca era bueno, y a mí como que me costaba un poco empezar una conversación en donde sabía iba a terminar en una situación incómoda...pero supongo que no me quedaba de otra si quería comprobar que no estaban catatónicas.

Joder, sabía que podía haberlas sorprendido un poco, pero este estado era algo extremista.

Me aclaré la garganta y me incliné ligeramente hacia delante en mi silla.

-¿Chicas?-Aventuré-¿Están bien?

Ellas parpadearon en conjunto, como si no estuvieran seguras de qué les estaba preguntando.

Demonios.

-¿Abby? ¿Nora? Por favor digan algo, están empezando a preocuparme.

Sorprendentemente fue Abby quien por fin abrió la boca.

-¿Vimos lo que creímos que vimos?-Preguntó en un tono de voz que denotaba confusión.

Oh, santo infierno.

-Si lo que vieron fue a Leo y a mí besándonos...entonces sí.

Volvieron a parpadear y luego intercambiaron una mirada entre ellas antes de volver a fijar sus ojos en mí...tres segundos después ambas estaban hablando y disparando preguntas al mismo tiempo, sin permitirme entender nada de lo que estaban diciendo.

Mierda.

-Hablen de a una-Pedí con un tono más alto de lo necesario...pero es que no iban a escucharme de otra forma.

Ellas se quedaron calladas y volvieron a intercambiar una mirada, decidiendo cual de ellas iba a ser la primera en hablar. Nora ganó.

-¿Qué demonios no nos has dicho?-Cuestionó.

Parpadeé. Esa era una gran pregunta...pero probablemente ella sólo se estaba refiriendo a la escena de la que habían sido testigos, así que me iba a concentrar en eso.

Tomé una respiración profunda.

-Omití algo de información sobre mi relación con Leo-Admití con cuidado.

Ellas asintieron con sus cabezas como si fueran de esos muñequitos que colocaban en los autos.

-¿Y esa información es...?

Lamí mis labios. Por alguna razón, decirlo era menos sencillo de lo que pensé que habría sido.

-¿Técnicamente hablando?

-¡Sí!-Espetaron a coro.

Sí, por supuesto.

-Supongo que podemos decir que es mi exnovio-Informé, tratando de hacerlo sonar como si no fuera la gran cosa.

No esperaba que eso funcionara y efectivamente no lo hizo.

-¡¿Qué?!-Preguntó Abby.

-¡¿Cómo?!-Siguió Nora, sin darme tiempo de responder.

-¡¿Desde cuándo?!

-¡¿Cómo no nos dijiste?!

-¡Por el amor de Dios!-Exploté-Si se callan tal vez pueda contestar a alguna de sus preguntas.

Lazos de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora