Mejor que el cobre

Capítulo 2: A espalda de todos.

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—Nos vemos pronto, Lord Lee... Lord Song. Espero que para la próxima su hijo esté presente para recibir al mío. 

Ambos señores se limitaron a asentir ante la despedida de Lord Min. Sin embargo, Lord Lee continuó, manteniendo la templanza.

—Espero y así sea.

El lord frente a la puerta sonrió casi con burla, producto de su naciente borrachera. El insignificante sirviente desapareció junto con él, su deber era acompañarlo hasta las afueras de la mansión.

Una vez que el noble desapareció, lord Lee pudo suspirar, exasperado.

—¿Qué? —preguntó Song casi a punto de dar un trago a su vaso con licor

—Nada.

—¿Que no te agradó nuestra reunión?

—No es eso.

—¿Entonces?

—¿Puedes dejar de entrometerte en lo que no te importa? —comentó desdeñoso, acomodando mejor su postura.

—Solo quiero sacar tema de conversación, es todo... No cabe duda de que cada año que te vuelves más viejo, eres más amargado... — dijo para después poder tomar el trago de una sola, el pelirrojo solo frunció el ceño, aunque por dentro lo maldijo por recordarle su vejez. — ¿Por qué no aprendes mí o tu futuro consuegro? — sonrió socarronamente — tómate la cercanía a la muerte con una sonrisa.

—¡Cállate! Y además... ¿Quién ha dicho que Lord Min será mi consuegro?

—Pues... —alzó las cejas meneando el vaso en forma de círculo en el aire — ¿todos?

—¿Ah?

—Los señores del pueblo saben que le estas buscando marido a tu hijo y los alfas que hay son tan escasos que, deberías comprometerlo con un extranjero... —respondió sirviéndole un trago al anfitrión —Ya te negaste con el hijo de lord Yoon, solo te queda el hijo de Lord Min.

—¡Si, lo sé! — dijo sobándose la sien — pero ¿sabes una cosa? Ese muchacho tampoco me agrada, yo estoy seguro que Yoon Seungho es un enfermo y un desgraciado, pero ese otro, con sus sonrisas tontas y miradas similares a la de su padre... Tampoco me da buena espina —carraspeó después de consumir la bebida y prosiguió — Además, me ha llegado información de que se relaciona con el tal Seungho.

—¿Entonces por qué no eres claro con lord Min?... Díselo antes de que comiencen las visitas frecuentes.

—Eso haría, pero...

El repentino silencio del lord, le hizo suponer cual sería la razón de su apuro. Aguantó su sonrisa lo más posible mientras dejaba su vaso sobre la mesa.

—Mira, si tanto te preocupas por un heredero... Dame a tu hijo y te doy varios nietos, así de fácil.

El ruido de los utensilios y la cerámica de los trastos, resonaron.

—¡Lord Song! — gritó el pelirrojo, estirándose sobre la mesa para jalar el cuello del habok, al hombre que disfrutaba de hacerlo enojar.

—¡Ja ja ja! ¡Es una broma! ... No te tomes todo en serio. —dijo acomodando mejor su ropa una vez que el anfitrión lo soltó, disimuló bien la molestia que dejó el sentir los dedos ajenos encajados.

—Vuelves a hacer otra estúpida broma de esa índole en frente de mí ¡Y te corro a patadas!

—Sí, sí... Como sea, pero... —Song hizo una pequeña pausa y continuó — si tanto quieres que Jihwa sea la esposa de un alfa y no una concubina... ¿Por qué no lo comprometes con lord Yoon?