Capitulo 5: Hasta luego.

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Holis de nuevo x) creo que esta vez no me tarde jajajaja

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.Jihwa echó la cabeza para atrás, estirando y mostrando la finura de su cuello, así como el de cisne. Fue su abrupta reacción ante el extasis en cual se sumergía gracias a la polla de Mumyeong en sus entrañas, sus manos pálidas se apoyaban en las rodillas de Mumyeong, al mismo tiempo que sus propias piernas estaban a inclinadas a los costados de este, y sus rizos cobrizos se sacudían de acuerdo al ritmo del vaivén que Jihwa dirigía.

En esta ocasión, el par de amantes no tuvo que disimilar los jadeos y sonidos de placer como antes solían hacerlo, a pesar de estar en los aposentos del joven Lee. La máxima figura de autoridad no estaba en la residencia y ellos podían ser tan obvios como quisieran y es que si alguien pasaba por los alrededores y escuchaba o veía, solo podía pasar de largo.

Y es que Jihwa se las había arreglado. El día en que su padre se fue, él quedaba como el regente de la mansión y tan pronto como pudo, organizó una junta entre todos los empleados, absolutamente todos. A los que mencionó que él tendría a un invitado bastante particular, a quien se le permitiría la entrada a la mansión y nadie tenía permitido decir alguna palabra de esto a su padre.

Sin embargo, el mayordomo de lord Lee se negó en un principio, le parecía una falta de respeto engañar a su señor de ese modo. Pero fue encarado por el joven amo.

—Al parecer tus cosas van sobrando en esta casa, Taeyang.

—Su padre me contrató, usted no puede correrme.

Jihwa soltó una risa enfrente de todos, y los demás comenzaron a temer un poco por su viejo compañero. Se sintió una pequeña tensión en el ambiente.

—Te recuerdo que a pesar de ser un omega, para mi padre soy su vida —cruzó los brazos mirando al sirviente irradiando desafío y seguridad —Igual, si te atreves a hablar... Sabes que es mi palabra contra la tuya, y eso va para todos.

La servidumbre quedó en silencio envolvente, y el peso de la tensión aumentó para más, así como los demás de reojo miraron al hombre amenazado, quien no puedo evitar sellar con algo de fuerza su mandíbula, sintiendo el estómago pesado del coraje. Le molestaba que el hijo de su señor hiciera lo que se diera en gana, ¡Qué diría su padre si viera a su hijo traer a un campesino de menor rango que todos los que habitaban esa casa!

Pero aun así, no le quedó de otra, Jihwa tenía las de ganar.

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Los rayos del sol, llegaban a tocar lo templado del suelo recién, desde hace varios minutos el cantar de las aves y los gallos habían comenzado para dar a notar la venida del nuevo día y aunque en un día normal, Jihwa seguiría estando profundamente dormido, en esta ocasión no era así, ya que los cálidos besos de Mumyeong no se lo permitían y sentir como es que el hombre lo sujetaba de la nuca de una forma tan suave, lo hacían sentirse dichoso. El omega dio una leve mordida al labio inferior del alfa, antes de incorporarse un poco, sin separar sus cuerpos, lo observó en silencio y Mumyeong tomó esa pequeña mano que acariciaba su pecho fornido y depositar un pequeño beso en los nudillos, maravillando más al muchacho.

—¿Te quedarás a desayunar?

—No estoy seguro.

—Ayer lo hiciste porque te lo ordené ¿por qué hoy no?

—Si así lo quiere, mi señor.

El noble río leve y tuvo la intención de recostarse sobre él nuevamente, sin embargo, la profunda voz de Mumyeong lo interrumpió.

Mejor que el cobreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora