Después de otros mil años C:
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.El plan original tanto de Lord Lee como de Lord Yoon, era que los Lee pasaran la noche en la mansión de los Yoon. Sin embargo, Jihwa se las arregló para convencer a su padre de pasar la noche en una posada de buena categoría, posada que alguien como ellos podría costear. Ya en la mañana siguiente visitarían a los Yoon, aunque claro, Jihwa no se imaginaba que el hijo menor estaba de acuerdo con eso.
Padre e hijo se hallaban en la misma habitación, solo que el señor Lee ya se encontraba durmiendo plácidamente en su alcoba individual en medio de la tenue oscuridad. Mientras que su hijo, estaba sentado sobre las cómodas sabanas y únicamente la luz de una vela le brindaba la suficiente claridad para no forzar su vista ante la penumbra. Los finos dedos del omega no soltaban el broche de jade, con toda la calma del mundo el chico lo contemplaba, al mismo tiempo que la imagen de ese hombre se presentaba en sus pensamientos.
Cinco meses.
Según las cuentas de Jihwa, faltaban casi cinco meses para que Mumyeong volviese. Y gracias a una tediosa charla con el señor Lee, tal parecía que esta vez el beta no aceptaría una negativa por parte de Jihwa ante ese compromiso.
Por reflejo, el joven pelirrojo se llevó el dedo pulgar a la boca para inconscientemente morder su uña, tenía que admitir que estaba nervioso porque ese asunto continuase. Y tal vez, lo estaba más por el hecho de que se vería involucrado con un Yoon de nuevo.
No quería casarse todavía, no hasta estar seguro que Mumyeong regresaría para buscarlo. Ojalá la fecha de una posible boda fuese más tarde. Pero claro, primero se tenía que conocer la opinión del posible prometido. Si Seungwon lo rechazaba, soltaría un gran suspiro de alivio.
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Jihwa no era capaz de pronunciar alguna palabra, además conforme él y el muchacho de hanbok lima avanzaban por el extenso patio de los Yoon, el omega comenzaba a sentir la bochornosa sensación del silencio entre ambos... Lo suponía, esto del supuesto compromiso era una mala idea, por impulso empezó a juguetear y tronarse los dedos hasta que la pacifica voz de Seungwon lo sacó de su trance.
-¿Estás bien?
-¿Eh? ¡S-sí...! Por supuesto que estoy bien.
Jihwa le dedicó una sonrisa forzada y entonces ante eso, el muchacho evitó gentilmente su mirada observando hacía algún recinto de la mansión.
-¿Recuerdas cuando jugábamos durante gran parte del día? -la sorpresiva pregunta llamó la atención del joven Lee y de hecho hizo el efecto esperado en él.
-¿Qué? -murmuró y el beta lo miró.
-Solías venir a la casa cuando éramos niños, de pronto, cuando tanto Seungho como tú crecieron, yo era quien iba a la tuya con intenciones de jugar pues Seungho ya no quería.
-Ah... sí. -Jihwa sonrió suavemente con sinceridad, por alguna razón sintió hermoso al recordar su infancia a pesar de los episodios trágicos ocurridos, específicamente a su memoria vinieron escenas de él con once años jugando con un Seungwon de ocho en el patio Lee, el omega también podía recrear la imagen de su hermano mayor estando en el corredor componiendo algún escrito mientras vigilaba al par de mocosos jugando con varas de pino simulando ser espadas.
-Lo recuerdo bien... Aunque...
Por un momento la fugaz alegría del amo Lee estaba siendo opacada por un desagradable recuerdo, pues detrás de lo que Seungwon mencionó, también existían escenas posteriores donde era el propio Jihwa quien pedía ir a la casa Yoon bajo el pretexto de jugar con el menor cuando en realidad varias fueron las veces en que se encontraba a escondidas con Seungho, quien en ese entonces estaba más cerca de la pubertad que él. Sin embargo, negó al instante... No iba a amargarse el resto de la tarde con cosas del pasado que quisiera olvidar. No obstante, era importante ir al meollo del asunto.
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Mejor que el cobre
FanficMumyeong nunca se consideró débil ante el celo de un omega, no era nada nuevo, ni se dejaba impresionar por algo a lo que él estaba ya demasiado acostumbrado. Sin embargo, observar a ese hermoso pelirrojo que se masturbaba, sin darse su presencia y...