1, 2, 3 pequeños Potter, es igual a dos terrores.

Capítulo 5: Operación, cambio y descubrimiento.

Por el lado de Hogwarts, el oscuro Severus Snape decidió ofrecerse un regalo de cumpleaños antes o después de la hora, según el punto de vista. Agradecido de que ese día fuera domingo, se fue a Londres con muchas ganas de tener una poción para su problema. Tan pronto como llegó al callejón Diagon, vio un cerdo rosa que lo llevó a un callejón sin salida. Estaba realmente sorprendido de ver la cantidad de personas que esperaban una poción. Muy rápidamente, la cola desapareció y se encontró frente a la cabeza del cerdo. Suspiró para animarse, luego tomó el pergamino y escribió: "Quiero una poción para enderezar la nariz". Puso el pergamino en la boca que cerró. Tuvo que esperar la respuesta.

En la Mansión Claw:

- ¡HARRY! Ven rápido, tenemos un problema.

Harry, que estaba haciendo una poción, exclamó:

- No puedo, si lo retiro del fuego se acaba y si lo dejo puesto, podemos despedirnos de la casa. ¡Llego en dos minutos!

Le tomó dos minutos dejarla descansar durante tres días. Cuando terminó, fue a ver a su hermana y le preguntó:

- ¿Qué pasa Lea?

- Alguien quiere una poción para arreglar una nariz.

- ¡¿Una nariz?! -exclamó Harry con asombro.

- Sí.

- No existe. Te acuerdas, ya lo habíamos intentado y había fallado. Solo puedes cambiar una parte del cuerpo usando un hechizo y una poción.

- Sí, es verdad.

- Le diré.

Harry escribió en una pequeña pizarra: "Solo un juego de pociones mágicas puede hacer lo que tú quieres" ¿Lo quieres? »

Casi de inmediato llegó un mensaje " sí "

Harry se volvió hacia Leah y dijo:

- ¿Hacemos como siempre, o intentamos otra cosa?

- Estamos intentando otra cosa.

- ¡Está bien!

Por lo tanto, Harry escribió: “Nos comunicaremos con usted para el resto de nuestra operación, así que deje sus datos de contacto, gracias.” -Se puso de pie y comenzó a pensar en cómo hacer lo que quería hacer. Se sentó junto a Léa y le dijo:

- Necesitamos una medibruja excelente, precisa y de mente abierta para esto. Entonces nos olvidamos de Saint-Mangoste.

- Solo tengo que hacerlo.

- Sabes que si te equivocas, es la muerte de tu paciente. ¿Crees que eres lo suficientemente fuerte para vivir con un hombre muerto en tu conciencia?

- No.

- Bueno, yo tampoco… espera, ¿no dijo papá que la enfermera de Hogwarts era muy buena?

- Creo que sí. Podemos preguntarle si quieres.

- Buena idea. ¡PAAAAAAPÁÁÁÁÁÁ!

Los dos niños bajaron corriendo las escaleras y se unieron a su padre, gritando a todo pulmón. Los tres adultos en la sala miraron hacia arriba y cuando llegaron los dos niños, James preguntó:

- ¿Qué te está pasando?

- Papá, tenemos una pregunta que hacerte y... papá, ¿por qué lloras? -preguntó Harry.

Efectivamente, en cuanto Harry lo llamó papá, James se había puesto a llorar como una Madalena y sus dos hijos, sin saber lo que estaba pasando, lo abrazaron y lo consolaron lo mejor que pudieron frente a los dos amigos que sabían el motivo de aquellos. lágrimas. Cuando James se calmó, Lea le preguntó: