Llegamos al campamento de mi primo al atardecer, tomamos por sorpresa a sus soldados matando a cada uno de estos.
Nos aseguramos de que ningún maldito bastardo quedará vivo, todos y cada uno de ellos tenían que pagar la muerte de nuestra gente.
Entre a la enorme carpa de Thomas que al parecer ya me veía venir.
Thomas: Has tardado demasiado.- saco su espada - Me han dicho en lo que te has convertido, una vergüenza para la familia.
– Te voy a matar, maldito bastardo.- aprete los dientes.
Thomas: ¿Así como mataste a mi padre?.- me miró furioso - Inténtalo.- me reto.
Me acerque a él con la intención de acabar con esto de una vez por todas, pero el estúpido corto un saco que colgaba del techo haciendo que varias monedas de plata cayeran de este.
Escuche su risa inundar mis oídos.
Paulina: ¡Déjala!.- mire a mi costado y vi a mi hermana que se encontraba amarrada a un lado.
Sacudi mi cabeza y volví acercarme. Otro costal más abierto, me estaba quitando mis fuerzas.
Thomas: Obviamente lo sé primita. La plata te hace débil.
– ¡Maldito!.- gruñi y corri aventando con todas mis fuerzas.
El rompió más costales mientras yo luchaba por mantenerme firme. Sentí el filo de su espada corta mi mano para acto seguido ser enterrada en mi costado.
El grito de Paulina retumbó en mis oídos, necesitaba ser fuerte, no por mi, si no por ella.
Agarre a Thomas de su armadura sintiendo como mi vista comenzaba a nublarse.
Eres fuerte, puedes derrotarlo.
La voz de aquel demonio sonó en mi cabeza dándome la fuerza de levantarme y lanzar a Thomas hacia un palo.
Thomas: Voy a matarte primita.- se levantó escupiendo sangre y rompió más costales - Rindete Sofia, he ganado.
– ¡Jamas!.- con mi vista borrosa seguí peleando contra el.
Thomas: ¡Las voy a matar juntas!.- me empujó contra un palo mirándome fijamente a los ojos - Eres débil, siempre lo has sido. No pudiste ni siquiera defender a tu hermana, tu madre y tu padre están muertos... por tu culpa.
– Eso no es cierto.
Thomas: Siempre has tomado las decisiones equivocadas, no sirves para gobernar un pueblo.
No lo escuches. Eres más que lo que el dice. ¡Lucha!.
– Eres un maldito cobarde.
Thomas: Pero este cobarde, disfrutará de tu hermana antes de darle una muerte digna.- y esa fue la estocada para sacar a mi vampiro interior.
No se de donde saque fuerzas pero quite las manos de Thomas y lo hice retroceder hasta quedar acorralado.
– Que festín me daré con tu sangre.
Thomas: ¡NOOO!.- grito mientras mis colmillos eran clavados en su cuello.
El cuerpo sin vida de mi primo, cayó al suelo. Por fin esto había terminado.
Salí abrazada de Paulina quien se encontraba temblando.
Chloe: ¡Sofia!.- corrió hacia mi - ¿Están bien?.
– Ahora lo estamos.- sonreí.
Zachary: Hemos acabado con todos los malditos Turcos.
– Perfecto.
Paulina: ¿Dónde está mamá?.- mire a mi hermana.
– Pau... mamá... murió.- los ojos de mi pequeña hermana se inundaron de lagrimas.
Paulina: ¡¿Por qué, Sofia?!.
– Porque nos tendieron una trampa. Perdóname por no poder defenderla como lo estoy haciendo contigo.
Paulina: No es tu culpa.- bajo la mirada - Has hecho demasiado por nosotras. Te amo Sofia.- me abrazo.
– Pau... yo también te amo. Siempre seras mi pequeña hermanita.- bese su frente.
Chloe: Debemos irnos.- asentí.
– ¿Todos los humanos murieron?.- pregunte a mi gente.
X: No todos.- dijo una chica castaña.
– ¿Qué?.
X: Falta tu hermana.- sus ojos se tornaron rojizos lo que me hizo poner a Paulina detrás mío.
Chloe: ¡¿Qué mierda están haciendo?!.
Zachary: Ordenaste que no dejáramos a ningún mortal vivo, y eso es lo que haremos.
– ¡Me estan traicionando, malditos ineptos!.- grite enojada - ¡¿Cómo se atreven a morder la mano de quien los ha devuelto a la vida?!.
X: Debiste convertirla.
– No iba a arriesgar a mi hermana a eso.
Claire: Retrocedan, ¡nadie tocara a Paulina!.
X: Princesa, ven conmigo.- mire al pelirrojo que pasaba entre los vampiros con su cruz en mano - Estará a salvo conmigo.- estiró su mano.
Chloe: Son demasiados y no podremos contra ellos.- murmuró a mi lado.
Mi amada tenía razón. Estabamos rodeadas de muchísimos vampiros sedientos de sangre y su fuerza era el doble que la de nosotras.
Paulina: Quiero quedarme contigo.
– Prométeme que cuidarás de ella, Lucían.
Lucían: Le doy mi palabra.
Paulina: No, Sofia.- agarre el rostro de mi hermana y la mire fijamente.
– Quiero que vayas con el, cuídate y se muy feliz.- saque la daga que siempre cargaba y se la entregue a mi hermana - Con esto te defenderas de cualquier enemigo. Serás una excelente Reina.
Paulina: ¡No!.- gritó con lágrimas en los ojos. Me partía ver a mi hermana de esa manera.
Lucían se acercó y la tomó del brazo alejandola de ahí. Paulina lloraba desconsoladamente mientras se alejaba con el monje.
Regrese mi mirada a las personas que nos rodeaban, estaba enoja, furiosa, y les haría pagar este acto.
Claire: Nos quedaremos contigo.
Chloe: Recuerda que ahora somos una familia.
Era como si ambas mujeres hubieran leído mi mente.
Entrelaze mi mano con la de Chloe y la aprete con fuerza, sabíamos lo que se avecinaba.
– ¡Asi como yo les di la eternidad, yo se las quitaré!.
Mire al cielo donde se encontraban aquellas nubes negras. Levante mi mano libre y con un movimiento las hice desaparecer.
Mire a Chloe y la bese por última vez mientras sentía como el sol me quemaba.
Solo el alma más fuerte, logra sobrevivir.
ESTÁS LEYENDO
La Otra Vida (Dofia)(Mini Fic)
Fanfic"A veces, conoces a las personas adecuadas en el momento equivocado." X: Soy Dove, Dove Cameron.- la pelinegra extendió su mano. Sofia: Sofia Carson.- estrecho su mano con la chica.