AUTOCONTROL.

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Viktor dormía como bebé a causa de la droga que le habían administrado.

—Eres realmente hermoso. —Chris le susurró al oído, aunque claramente el alfa no podía escucharlo. —¡Llevenselo! Pero con cuidado no quiero que haya errores, Yuuri Katsuki es un buen socio.

Un hombre rubio y fornido se acercó a él, traía consigo a una chica, la cargaba como si fuera un simple costal.

—¿Qué hacemos con ella?

Chris avanzó hasta la pelirroja.

—Llevensela, y trátenla con delicadeza— pronunció tomándola de la barbilla —Ya saben, me servirá más viva que muerta, debo ganar la confianza de Yuuri.

Mila había sido capturada después de que intentara llegar al punto de encuentro, estaba lo bastante herida para preocuparse.

Después de que Chris al fin enviará a salvo el pequeño regalo para su buen socio, el cual sería trasladado cerca de Tomsk donde Yuuri tenía un centro de negocios de automóviles, era el lugar perfecto, además fuera del ojo público.

Yuuri se retiraba su elegante saco, tenía demasiado calor en el cuerpo, bajando por el elevador, se dirigía a una sala exclusiva del hotel, donde minutos antes le había indicado una empleada del Hotel Tomsk, pensaba que no se había molestado en as...

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Yuuri se retiraba su elegante saco, tenía demasiado calor en el cuerpo, bajando por el elevador, se dirigía a una sala exclusiva del hotel, donde minutos antes le había indicado una empleada del Hotel Tomsk, pensaba que no se había molestado en asistir a la subasta gracias a Chris, mientras analizaba qué haría con su ratón recién cazado, quería estar enfocado en los negocios, sin embargo en la Mafia aprendió a tomar la iniciativa, a tener nuevas ideas y ponerlas en práctica, para satisfacción de ambas partes, organizó tratos entre doctores, abogados, agentes policía o bancarios, al haber tratado con muchas y variadas personas en su pasado, podía codearse tanto con la alta sociedad como con la gente de los guetos bajos.

Pero nada de eso le hacía sentir lleno.

Yuuri era tajante, tenía mucho autocontrol sobre sí mismo, le temían y eso le gustaba, así, los buitres preferían mantenerse a distancia.

Era un omega no podía caer ante bajas provocaciones. No sería adecuado.

Por ello se sentía molesto por caer en la broma de aquel alfa.

—Hisashi Morooka a su servicio —dijo el hombre entrando por una puerta grande de cristal fino decorado con tonos dorados, todo el hotel era enorme, parecía más bien un palacio —¿En que puedo ayudarle señor Katsuki? —preguntó este sin vacilar.

—¿Has oído hablar de mi? Veras Tengo un problema en una de tus habitaciones, también quiero tener acceso a tus cámaras de seguridad, es posible que pueda darle una buena suma de dinero si cooperas conmigo —dijo Yuuri observando la pintura exquisita que tenía enfrente, esperando la respuesta del hombre que al parecer era un alfa.

—Todos por aquí saben quien eres, ya sabe mi hotel es el más cercano al río y cada cargamento nuevo pasa por mi control, pero solo para dejar en claro, no tengo intención de contradecirlo —El hombre hizo una señal a uno de sus hombres y dio la indicación de darle lo que pedía —¿Señor Katsuki no es así como mantenemos la paz entre aliados? Hagamos negocios.

Como Dos JoyasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora