OFRENDA.

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|Parte 2|

Viktor sacó el teléfono que llevaba consigo y se colocó un audífono en su oreja libre, observaría todo en primera fila. Ya que había puesto pequeñas cámaras dentro y fuera de la habitación. Todos inventos de Yurio.

Quería vigilar de cerca a su "pastelito"

Yuuri Katsuki, salió del elevador, por un breve momento observó la tarjeta que tenía que la mano. Viktor supuso que era la que decía el número de habitación.

—Vigilen el pasillo.

—Sí señor. —dijeron todos al unísono.

El omega... bueno, Viktor no estaba seguro de si era uno, pero estaba cerca. Lo sabría en unos momentos, aquel hombre estaba por ingresar a la habitación.

—Esperen afuera. —escuchó por el auricular.

Yuuri llevó su mano al arma que tenía en la funda del costado, la sacó y cargo. Con una mano, deslizó la llave-tarjeta, sujeto el pomo de la puerta y abrió.

Viktor sonrió al ver su actuación por la pantalla.

"¿Me dispararás si estuviera ahí?" pensó

Yuuri se consideraba un buen omega dominante, sabía usar sus feromonas a su favor así como filtrar las feromonas de los demás alfas. Por ello no entendía porque, desde que entró a la habitación, el calor había crecido dentro de él. La abundancia de las feromonas del alfa era imposible de ignorar, oler a pino inundaba todo el lugar.

Su omega interno se removió desde sus entrañas, se sentía gustoso de poder deleitarse, Yuuri se llevó con un poco de temor su mano a su boca ya que se mareo por un breve momento.

—Mierda... —tosió.

Viktor río

Yuuri recorrió el lugar con lentitud, apuntando con el arma dispuesto a disparar, con sigilo entró a la habitación principal.

Vacía. Vacía. Vacía.

Buscó por toda la habitación, nada.

Y luego, miró la cama, la concentración de feromonas era mayor. Dejó el arma en la mesita de noche y aliso con sus dedos las sábanas. Se mordió sus labios por la idea carnal y perversa que cruzó por su mente. Había ignorado la pequeña cajita que estaba sobre la almohada.

—Mierda.

Primero se sentó y luego se dejó caer, sin pensarlo dos veces inhaló el olor exquisito a "pino". Su pene palpitó y pudo sentir que su ano comenzaba a mojarse. Cerró los ojos.

—Solo será sexo, pastelito. —recordó.

Yuuri recorrió con sus manos su vientre y subió lentamente por su pecho hasta llegar a sus pezones que se marcaban a través de su camisa blanca. Le gustaba que jugaran con ellos. Y si hubiera alguien en la habitación desearía que los lamiera. Su corazón comenzó a palpitar con rapidez por la excitación.

—Ah...

Dejó sus pezones para ir a sus pantalones, acaricio sobre la tela, sonrió al sentir la caricia placentera.

Viktor llevó su mano a su boca, tapando el sonrojo que se apoderó de él.

Yuuri abrió el pantalón bajándolo en el proceso, sacó su pene de su ropa interior. Debía gustarle demasiado la feromona de ese alfa, ya que de su pene comenzaba a gotear ese liquido transparente. 

—Te follaré esta noche. —volvió a recordar aquella voz.

El omega agarró su falo con el pulgar y acarició la cabeza. Dando círculos a su alrededor. Las corrientes eléctricas recorrieron su piel, haciendo que se retorciera en la cama. Recordó aquella mirada que aquel hombre le había lanzado en el bar... apretó su mandíbula cuando rodeó su pene con su mano y comenzó a moverla lentamente.

Como Dos JoyasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora