𝘽𝙍𝙐𝙉𝙀𝙏𝙏𝙀. ➪ Agatsuma Zenitsu X OC

VIII ☆ Visita inesperada

---

Me desperté, después de un pesado sueño y estando adolorida. No me podía mover porque tenía todo el cuerpo entumecido. Moví mi mano suavemente hasta mi cabeza, para cubrir la luz del sol que me cegaba, y miré la habitación. Estaba en la finca mariposa, no recuerdo mucho de lo que pasó antes de desmayarme, tenía miedo de que no hayamos ganado la batalla, y que sea la única que sobrevivió. Vaya lío.

Sentí un suspiro proveniente de la cama de al lado. Miré disimuladamente, y era Zenitsu, con las dos piernas llenas de vendajes hasta encima de la rodilla.

- ¿Zenit-? - Zenitsu me miró y me sonrió, muy alegremente antes de que pudiera terminar de decir su nombre.

- Fuji.. Que alivio... ¡Pensé que nunca ibas a despertar! - Parecía a punto de llorar de la alegría. Por lo que pude ver, no se podía mover por sus piernas. Unas lágrimas brotaban de sus ojos, pero él las limpió con rapidez. Al lado de mi cama, estaba mi katana hecha trizas y mi uniforme limpio y doblado al lado de ella. Observé más, y éramos los únicos en la habitación.

- Ehmm.. ¿A qué te refieres con que tenías miedo que no despertara...? - Comencé a preocuparme.

- Estuviste durmiendo durante tres días. Estaba asustado, porque cuando te encontraron en el suelo después de la pelea, tu corazón se escuchaba débil, y.. Estabas herida de gravedad.. - Bajó la cabeza. La verdad tres días no parecían mucho, pero al ver su preocupación, de verdad le importaba.

- ¿Qué sucedió luego? - Apenas se lo pregunté, pensó un poco y se sonrojó.

- Ehm.. Tú me estabas.. Ya sabes.. Agarrando de la mano - Hizo un gesto con sus manos. - Y bueno... Nos encontraron así y nos trajeron aquí.

- Ah... - En eso, nuestra conversación fue interrumpida por Kiyo;

- Zenitsu.. Traje tu comid- - Traía una bandejita en las manos. Apenas me vio despierta, dejó rápidamente la bandeja en una cama cercana y llamó a Shinobu.

Shinobu llegó rápidamente con una caja en las manos. Se arrodilló al lado de mi cama y sacó algunas cosas de la caja. Entre ellas, una jeringa puntiaguda, un frasco con un líquido transparente, y un termómetro. Comenzó a desinfectarme una área donde tenía una vena, me tomó rápidamente la temperatura, le dio un par de golpecitos a la jeringa y me la clavó. Hice un par de muecas, ya que no me gustaban mucho las vacunas. Luego, Shinobu me explicó que era para bajar el dolor y que se me relajaran los músculos. Luego de un par de horas me pude mover con más facilidad.

... Un rato después, fui a visitar a Zenitsu. No tenía mucho que hacer, y todavía no estaba en condiciones de entrenar. Ese día, vi a Tanjiro con un montón de vendajes en el hombro izquierdo y en la cabeza, y a Inosuke, con vendajes en el pecho. Shinobu me explicó que yo me había lastimado la espalda, el cuello, y la cabeza, todas partes sensibles y por eso estaban todos preocupados. También me dijo que en un par de días llegaría una silla de ruedas metálica para Zenitsu. Tuve un día muy poco productivo, básicamente, no hice nada.

Al llegar con Zenitsu, lo vi sentado en su cama, como hace un par de horas, ya que él no se podía mover gracias a sus piernas rotas. Tuve una idea para entretenerlo un rato. Me senté junto a él, le pregunté como estaba y le propuse un juego.

- Zenitsu, mira.. Para que no te sientas triste te voy a enseñar un juego. - Tomé sus manos y las acomodé estiradas, boca arriba. - Mira, el juego se trata de que tengo que intentar golpearte las manos, tú teniéndolas así - le hice un par de señas - y yo las tendré aquí arriba. Tienes que intentar esquivar mis manos para intentar no pegarte. Es un juego que jugaba con mi hermano de más pequeña. Además, le hace bien a tus reflejos. ¿Quieres probar?