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Por su lado, Brithg y Mew no tuvieron mucho tiempo a solas para hablar, ya que tenían que cuidar tanto a Dome como a Rosé, y no hablarían de un tema privado con ellos dos allí.

Así que en cuanto los dos quedaron un poco alejados del castaño y la pelirroja, Mew intentó ser directo, pero sutil.

— Win está un poco raro— notó a Brithg fingir desinterés—. ¿Pasó algo?

Brithg lo miró un momento, intentando mantener la expresión serena, pero la mirada de Mew rompió su actuación en segundos.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero bajó la vista, parpadeando varias veces para intentar despejarse.

— Win tiene una gran oportunidad, pero cree que no se la merece— musitó.

Mew no sabía a qué se refería.

—¿Qué?

Brithg suspiró.

— Win empezó un tratamiento que puede hacerlo caminar otra vez— Mew recordó cuando el chico le había contado de aquella sesión de terapia en una piscina—. Pero no cree que eso pueda ocurrir, no tiene fé en sí mismo ni en el proceso y quiere dejarlo... Puede que hayamos levantado un poco la voz cuando intercambiamos ideas.

— ¿Qué hiciste? — Mew estaba listo para golpearlo si Brithg había dicho algo estúpido.

— Le dije que si seguía pensando así, tan negativamente, que si seguía sin creer en su mismo, nunca caminaría.

Mew lo miró unos segundos en silencio.

Estaba de acuerdo con su argumento, pero también sabía que Brithg no lo diría de forma tan calmada como se lo acababa de decir.

— ¿Qué dijo él? — preguntó Mew.

— Yo... No lo escuché. Él comenzó a llorar y no entendí lo que decía, yo sólo estaba muy enojado, y me fuí.

— ¿No lo escuchaste? — Mew sonaba molesto, Brithg se lo reafirmó, negando con la cabeza.

El rubio se molestó un poco más, él sabía lo que era no ser escuchado. Y por un momento pensó si las cosas fueran distintas, si Gulf fuera quien no podía caminar.

Eso fue suficiente para enfurecerlo.

El rubio golpeó con fuerza el brazo de Brithg.

— ¡Me-!

— ¡No! — lo interrumpió—. No digas nada, no intentes defenderte, te lo mereces— suspiró con cansancio—. ¿No te disculpaste?

Brithg negó.

— ¡No, no! — Se alejó al ver que Mew iba a golpearlo de nuevo—. No me disculpé, pero tengo razón, y lo sabes.

Mew se detuvo un momento.

— Tengas razón o no, la única persona que puede decidir sobre ese tratamiento es Win— Mew habló más calmado—. No vas a convencerlo sólo por gritarle que tiene que creer en sí mismo y que debe seguir.

Brithg clavó la vista en el suelo.

— ¿Al menos sabes bien porqué él no quiere seguirlo? No ese cuentito de que no cree lograrlo, debe haber algo más...

Brithg tardó un segundo en negar.

— No lo sabes porque no lo escuchaste— declaró Mew, haciéndolo sentir peor—. Escucha.

El rubio se acercó a él, haciendo que Brithg levantara la vista.

— Pídele perdón, y habla con él, escúchalo— el castaño asentía con cada consejo—. Y decida lo que decida, tienes que apoyarlo, son pareja, pero no dueño de su vida, y si él dice que no es no. Habla con él decentemente, sin discutir.

Brithg se mordió el labio, aguantando unas lágrimas.

— A mí también me gustaría que Win camine, en serio. Tal como quiero que Gulf pueda hablar. Pero gritando no se resuelven las cosas— finalizó.

Se quedó un momento más, palmeó el hombro de Brithg para que volvieran con los otros dos, a terminar de encontrar cinco hojas de distintas plantas.

Mute (MewGulf)¹ FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora