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Mew acompañó a Gulf y a su madre al hospital, se quedó junto a su novio todo el día, y entre las vueltas que tuvieron que dar, comenzaba a atardecer cuando finalmente pudieron volver a casa.

La señora Kanawut le ofreció a Gulf llevarlo hasta su casa, pero Mew se negó, pidiendo con señas que el chico se quedara con él mientras se acurrucaba más sobre su novio.

La señora Kanawut no podía decirle que no a su hijo, así que llamó a la madre de Mew para decirle que se quedaría con ellos.

Por la noche, Gulf con su pijama, una muñequera azul que le recomendaron no quitarse salvo para bañarse, y Mew con ropa cómoda, permanecieron un rato hablando, frente a frente, lo suficiente cerca para poder hablar en susurros y escucharse perfectamente. (Bien, sólo Mew hablaba es susurros, pero para ellos era una conversación baja).

— Todavía no le he dicho a mis padres de lo nuestro— murmuró Mew, con lo que Gulf puso ojitos de perrito, que le partieron un poco el alma.

"¿Les dirás?"

— Estoy esperando el momento— dijo—. No quiero tener que reunirlos, sentarnos en la mesa del comedor y decirles que me gustan los chicos... Bien, que me gusta un chico, que estoy enamorado de él y que corresponde con mis sentimientos por lo que somos la mejor pareja del universo— Mew sonrió, provocando a Gulf sonreír también, sumado a que le habían parecido las más lindas palabras.

Gulf asintió, comprendiendo.

— Temo que no sean comprensivos, como tú familia— continuó Mew, ya más serio—. O como Sammy, a ella sí le dije.

Gulf asintió, emocionado, pidiendo que continúe.

— Me pidió ser la madrina de boda— Mew rio un poco—. Y de todos nuestros hijos.

Gulf rio, el corazón de Mew explotó un poco de ternura.

"Ya tenemos una larga lista de padrinos y madrinas" escribió Gulf.

— Tendremos que hacer muchos niños para satisfacer a todos— Mew sonrió de forma pícara.

La sonrisa de Gulf flaqueó un poco.

"¿Tú quieres tener hijos?" Preguntó.

Mew se encogió de hombros.

— No es algo que me muera por tener, pero me gustaría, algún día.

Gulf tardó un momento en reaccionar, mirándolo con algo que pareció pena, hasta que tomó su bolígrafo y escribió.

"Sabes que los hombres no pueden tener hijos entre ellos, ¿No?"

Mew se sintió un poco mal por Gulf.

Desde que lo conoció, el chico siempre fue inseguro, no sabía el por qué, pero él permanecía a su lado para decirle todas sus certezas.

Aunque con frases como esas, Mew se planteaba si Gulf dudaba de su relación.

Mew se acercó un poco más a él.

— Siempre se puede adoptar, Gulfi. Además, como dije, no es algo que me muera por tener. Puedo ser feliz con o sin ellos, mientras te tenga puedo ser feliz incluso con nada.

Mute (MewGulf)¹ FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora