•Una Vida No Planeada• (Ukarg)

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Pasaron dos años desde su matrimonio, tiempo suficiente como para que ocurrieran varios sucesos, en resumidas cuentas la cosa más importante que había sucedido fue el nacimiento de su segunda y tercer hijo.

Si dos hijos unos hermosos mellizos uno con los ojos dorados como el oro y el otro con los ojos verdes como esmeraldas, se llamaban Urg y Aruk.

Aruk era la mayor por tres minutos. Cuando Argentina se enteró de su estado pensó que solo era uno durante mucho tiempo ya que las ecografías mostraban lo mismo, pero esa idea se desvaneció en el momento del parto cuando en lugar de entregarle un bebé le entregaron dos, en un principio estaba confundido ¿De dónde había salido el otro niño? Pero después de una muy larga explicación por parte de los médicos sobre lo que había pasado, lo entendió por fin y se dedicó a cuidar tanto a su hijo menor como a la mayor.

Ambos niños eran la alegria de la casa y la adoración de sus padres, pero claro no olvidaban a su hijo mayor que aunque había sido desplazado de su puesto como el más pequeño del hogar, no les tenía envidia a sus hermanos más bien el era quién más cuidaba y velaba por ellos, los quería mucho y se aseguraba que nada malo les pasara. El pequeño niño se quedaba incluso noches sin dormir solo para vigilar los, pero claro que no duraba mucho debido a que el sueño siempre le ganaba y terminaba quedándose dormido en medio de las cunas, pero siempre era llevado por sus padres a su cama para que pudiera descansar mejor.

Otro año habia pasado y todo parecía ser perfecto, nada más podría alegrar a su familia, o bueno eso creian pero todo eso cambio gracias a una prueba de embarazo positiva. Ese día se había realizado un picnic familiar, mientras estaban comiendo Argentina decidió que era el momento perfecto para decirlo. Cuando dio la noticia algunos escupieron lo que estaban consumiendo en ese instante por lo sorprendidos que estaban pero igual no dejaron que eso arruinara la emoción de añadir a un nuevo miembro a la familia, poco a poco otras personas se iban enterando del embarazo del argentino y lo felicitaban.

♡Primer mes♡

El primer mes fue de lo más tranquilo y normal para todos, las náuseas y mareos matutinos ya eran algo común en la casa, todos hacían su máximo esfuerzo por no molestar al latino aunque había veces en que los más pequeños lo molestaban con el único fin de que les hiciera caso, claro nadie podía culparlos tenían 3 años y era normal que quisieran la atención de su madre. El sudamericano gustoso la daba lo que los niños querían e incluso le gustaba que lo hicieran pues sentía que todos lo trataban de manera especial solo por su estado, ¡Estaba embarazado no en riesgo de muerte!

♡Segundo mes♡

El segundo mes fue un poco más calmado, el Omega aún tenía mareos y náuseas pero ya no eran tan seguidas con en el primer mes, pero ahora estaba incómodo muy incómodo sentía que le dolía la barriga un poco lo podía describir como la sensación de agujas clavándose en esa zona, pero hacia lo posible para ignorar aquellas sensaciones y seguir con su vida diaria. De vez en cuando se miraba al espejo, era más que obvio que por el momento no habia cambios, bueno no uno que el resto pudiera sentir, pero él si se sentia sumamente diferente, estaba más cansado y ya no tenia las mismas ganas de antes, simplemente se la pasaba mareado o vomitando, se encontraba más sensible a tal punto de que no soportaba que lo tocaran.

Al resto no le gustaba para nada esto, pero simplemente se resignaban a aceptarlo ya que era normal, aunque a los más pequeños no les gustaba mucho esto y seguian insistiendo en buscar el cariño de su madre. Sus suplicas por atención hacian sentir mal al argentino y para compensarlos muchas veces se quedaba a dormir con ellos o les contaba algun cuento para mantenerlos distraidos.

♡Tercer mes♡

El tercer mes era uno de los más dificiles para él, tenia el riesgo de perder al bebé y no queria eso, por eso siempre intentaba tener cuidado con todo lo que hacia. Agradecia que al menos los vomitos y nauseas se hubieran calmado un poco, pero en su lugar habia llegado algo mas fuerte y esos eran los horribles dolores en su vientre, cada que tenia esos maldit*s malestares sentia que se iba a morir, pero gracias a Dios se calmaban unos momentos después.