♡②⑧ | Melancolía

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Liam regresó a la casa de Diana Davies, la pelinegra le había llamado para que fuera, y esperaba que fuera importante, porque había tenido que dejar a su hermano para lo que sea que la chica quería.

—La señorita Davies salió un momento —le dijo el mayordomo cuando entró a la casa.

Liam rodó los ojos con fastidio, ahora aquella niña lo hacía esperar.

—¿Desea esperarla en la sala? —ofreció el hombre.

—Si no tengo otra opción... —masculló.

Caminó por sí mismo hasta la sala de estar, con intención de sentarse en el que se había convertido en su sillón favorito, individual pero amplio, y con una agradable vista al patio trasero.

Pero alzó las cejas cuando notó una cabellera rubia sobre el respaldo.

Alzó las cejas, ofendido, rodeó el sillón para ver el rostro de una chica joven y de rasgos muy atractivos, que alzó su mirada de ojos azules de su celular hacia el rostro de Liam.

La rubia hizo una mueca con los labios al sentir el olor de aquel castaño.

—¿Pasa algo? —preguntó la rubia, en tono normal, casi desafiante.

Liam chasqueó su lengua, más que ofendido.

—¿Cómo te llamas, niña?

—Soy Taylor —respondió con desinterés— ¿Debería conocerte?

—En realidad no —dijo— Pero ya que estamos —se llevó una mano al pecho— Liam Payne.

—Oh, sí, el que dio el discurso motivador con Diana hace unos días.

—Él mismo.

Taylor asintió una vez, y volvió a mirar su celular.

Liam permaneció de pie unos segundos, al notar que la otra no tenía intención de levantarse, suspiró, sentándose en el sillón más amplio, acomodando los pies sobre el mismo.

Entre la pelinegra que lo había llamado para luego irse, y aquella rubia en su lugar favorito, ya habían logrado ponerlo de mal humor.

Pasaron más de diez minutos hasta que Diana llegó, pero apenas un minuto antes de que el auto entrara a la propiedad, la chica rubia se levantó y salió de la sala, ganándose una mirada extraña por parte de Liam.

Cuando la pelinegra apareció en el umbral notó el humor del castaño al haberla hecho esperar, y tragó duro.

—¿Qué querías?

Diana se apresuró a sentarse cerca de él, recordándole lo que le había dicho de comentar el estado del omega y el de su hermano, con lo que Liam pareció relajarse un poco.

Ambos coincidían con la fiebre, el cuerpo frío, dolor muscular, y un estado somnoliento, letárgico, constante.

Y el fuerte olor a tristeza, que hacía sentir bastante mal a los demás.

Aunque parecía que Niall estaba más afectado, porque no tenía apetito, y pasaba todo el día en cama, caminando poco y con dificultad, a diferencia de Zayn, que parecía más activo.

Liam hizo una mueca al escuchar que el omega estaba tan mal, y por un momento se sintió agradecido por el estado de Zayn.

Diana le comentó que un médico estaba revisando al omega, con lo que Liam finalizó con que había dejado a Zayn a cargo de unos raritos.

Antes de seguir hablando, el mayordomo de Diana le aviso que el doctor debía hablar con ella acerca de Niall.

Y de nuevo, Liam fue dejado sólo en la sala, aunque al cabo de un minuto, la chica rubia volvió a aparecer, sentándose de nuevo donde estaba antes, mirando su celular al caminar.

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