Delta | Ziall ɞ

♡③⑥ | Fin

Tres meses después

—Hace siglos que no veo a Zayn, ¿Habrá engordado? ¿Estará más alto?

—Fueron sólo tres meses — dijo Harry, sin ganas— Y lo conoces desde hace más de dos años, si no creció ni engordó en ese tiempo no lo hará en unos meses.

—Pero el embarazo te cambia —objetó Louis.

—Malik no está embarazado, idiota —se metió Sebastián en la conversación— Él no es el pasivo, ni el omega. Es el que dice que va a comprar leche y no regresa nunca más —Sebastián se rió de su propio chiste.

—Recuérdeme porqué me ofrecí a traerlos —habló Liam al volante, en tono de súplica.

Los tres raritos habían hablado todo el camino, sin descanso y habían discutido varias veces por banalidades, o porque se golpeaban sin querer.

Ninguno había querido ir en el asiento del copiloto, así que los tres amigos iban apretándose en el asiento trasero, mientras Liam se sentía como un taxista o un padre con sus tres hijos inquietos.

—Porque le querías ver el culo a mi hermano —respondió Harry, con total seguridad, haciendo que Louis riera, Sebastián se volviera un tomate y comenzara a golpearlo, y Liam quedará sin palabras.

Segundos después, Liam respiró profundamente, reprimiendo el impulso de frenar el auto y dejarlos en medio del camino.

—¡Cambio de tema! —habló Louis, con emoción— ¿Creen que a Niall ya se le note la barriga?

—De comer, quizás —dijo Sebastián.

—De comerse a Zayn —corrigió Harry, haciendo que ambos rieran, y que Liam les dirigiera una mirada extraña por el espejo— Sólo son tres meses, se le va a empezar a notar en serio a los seis meses.

—Cabeza de coco —lo llamó Sebastián, haciendo que Liam frunciera el ceño— ¿Ya saben cómo le pondrán?

El castaño negó.

— No creo, tampoco les pregunté.

—Bien, pensemos un nombre —Louis sonrió ampliamente— Tengan en cuenta que tendría que ser apto como para un perrito también... Considerando que serán cambia-formas como Niall.

—¿Cómo le pondrían a un perrito? —preguntó Liam, algo divertido por el razonamiento de Louis.

—¿Si es niño? ¿O niña? —preguntó Harry, con una mano en su mentón, pensativo.

—¿Un nombre para perro? Harry —dijo Sebastián, haciendo que Louis y Liam rieran, y esta vez fue el ojiverde quién golpeó a su hermano.

Continuaron todo el camino de la misma forma, hasta que llegaron a la casa donde sería el babyshower, cuando se quedaron sin palabras al ver el amplio patio con decoraciones, gente bien vestida, y una casa amplia y de diseño moderno un poco más atrás que todas las mesas.

—¿Esa es la casa del mismo chico con un mugroso departamento de dos ambientes? —preguntó Harry, aunque de forma retórica.

—Me duele la pobreza —Louis se llevó una mano al pecho dramáticamente.

—Cosas así me dan ganas de tener un Sugar Daddy —comentó Sebastián, aunque en tono de broma, mientras sostenía la puerta del auto para que Harry bajara por su lado.

—Más que azúcar, creo que tú tipo son los tropicales —comentó el ojiverde, con una sonrisa, palmeando el hombro de su hermano con fuerza.

Liam lo miró de reojo, pero Sebastián frunció el ceño, sin entender.