-¿Están hablando en serio?- pregunté una vez más atónita y seguramente palidecida.
-Se que podrás hacerlo, Amber, no será más de eso, lo prometo.-trató de animarme el Sr. Evans.
-Confiamos en ti, linda, y será tanto para tu seguridad como para la nuestra, así podrás quedarte más tiempo sin sospechas ni inconvenientes.-dijo Monique Evans en un tono dulce como siempre, maternal y comprensible.
-Ya lo se,-comencé a protestar, se que no me queda hacerlo pero no podía acceder- pero ¿cómo voy a cuidar esta enorme casa yo sola?
-Quizá tiene razón,- defendió Elliot (quién a mi parecer estaba bastante pálido, tal vez tanto o más que yo)- ¿ella en ésta gran casa sola?, además, no hay garantía de que en verdad ese sujeto sea alguien que la esté buscando...
-Amber...-continuó la mujer haciendo caso omiso a su hijo- hazlo por Nosotros, te queremos mucho y queremos que estés a salvo, no haríamos nada que no fuese por tu bien- hizo una breve pausa y continuó- es necesario que nos vayamos y permanezcas aquí, si ese hombre es quien dice ser y de verdad lo enviaron tus padres por ti deberemos despistarlo. Albert y yo le hemos dicho que no tenemos idea de qué pasó contigo ni de dónde podrías estar; debemos corroborar esto yéndonos un par de semanas, por favor, Amber, si no lo harás por nosotros hazlo por ti, si es que quieres quedarte.- el tono de Monique ahora era de súplica.
No se por qué mis padres estarían haciendo esto, los conozco y sé que si no consiguen algo al instante se rinden y dejan de intentarlo (cosa que obviamente yo no heredé de ellos)y mucho más aún si es algo de poco valor para ellos(cómo yo, aunque suene cruel) el que estén buscándome justo ahora debe significar algo y debo averiguar qué, quizá si lo hago y logro razonar con ellos lleguemos a un acuerdo para que nos dejen en paz, tanto a los Evans como a mi.
Sin embargo no puedo hacerlo, no con los Evans aquí; dependiendo de lo que mis padres quieran pueden llegar a lastimar personas y ésta familia me ha ayudado cuando más lo necesité, no les fallaré, porque ahora ellos me necesitan.
Mis padres pueden rendirse rápido pero siempre lo intentan de manera fuerte y persistente; si no quiero que nadie salga herido (física o emocionalmente) tendré que aceptar la petición de los Evans: cuidar la casa por un par de meses mientras ellos salen a algún lugar apartado, seguro y poco sospechoso y cierran la escuela; no podré llamar la atención ni salir, así haremos creer al detective que Amber Stephenie Jones jamás volvió a Londres después de escapar de Nueva York y de un destino tortuoso.
Claro que yo tendré mis propios planes, pero por lo pronto solo necesito a los Evans fuera del alcance de ellos.
Habían pasado unos minutos mientras me tardé en reflexionar todo esto, hasta que al final hablé.
-Está bien, lo haré, cuidaré de la casa pero deben prometer que no tardarán más de dos meses, por favor. - traté de decirlo en el tono más empático y suplicante posible.
La Sra. Evans me miró con ternura y finalmente dijo- Trataremos, nena.- y me abrazó- Gracias por entenderlo.
Le devolví el abrazo sinceramente. Tendría que ser convincente y persistente si quería tenerlos alejados mientras me encargaba de este asunto, yo sola.
-Una cosa más, - añadí- quiero que se vayan lo más lejos posible de aquí, salgan del país; no puedo permitirles estar al alcance de ese hombre o mis padres.
La Sra. Evans dejó se abrazarme y dijo-Eso si podemos prometerlo, Ambie.
•••
Hacía 6 días desde que los Evans habían hablado con el detective y hoy se iban, por fin (antes no podían porque sería muy obvio), a España.
Tengo comida suficiente tanto en la cocina personal de los Evans como en la cafetería de la escuela y todos los servicios básicos. Sobreviviré.
Me despedí. Todos estaban terminando de empacar y ya habían avisado que las clases se suspenderían hasta nuevo aviso (después de arreglar el asunto con el gobierno gracias a los contactos del Sr. Albert).
Me puse a leer y después a escuchar música y mirar por la ventana (la soledad ya podía sentirse) después de un par de horas entró Elliot.
Me quité los audífonos y comenzó a decir lo que parecía que había ensayado frente al espejo y me temía que dijera- Ven con nosotros.
-No.
-Será más seguro para ti, y todos estaremos...
-Elliot, - le interrumpí- no lo haré, porque en primer lugar se darán cuenta en seguida, y en segundo ya les he causado bastantes problemas.
Sabía que era verdad y ya no trataría de convencerme, estoy segura.
-No, -dijo finalmente- no es eso...- parecía nervioso- hay algo... en ésta casa y se que tu ya te diste cuenta...
-¿De qué rayos hablas, Elliot?- casi olvidaba lo que me había pasado estos últimos días a causa de el asunto familiar, (creí que solo era mi imaginación, ya no había pasado nada fuera de lo normal y no lo había tomado en cuenta desde que supe lo del detective) pero Elliot comenzaba a espantarme.
-Y-y-yo no se por dónde comenzar- dijo tartamudeando.
-No se, por el principio- respondí a pesar de que no era una pregunta.
-¡Elliot, vámonos!- en ese momento su padre lo llamó.
-Maldición- dijo por lo bajo- Ya no hay tiempo.
Me levanté del mini-sofá en el que estaba y me acerqué a él- ¿Está todo bien, Ellie?- le pregunté sin más.
Levantó la vista tomó mi rostro entre sus manos y sin previo aviso me besó, no cerré los ojos ni le correspondí; él lo notó y se detuvo.
-Lo siento,-susurró en un tono a penas audible y se separó un paso de mi- promete que no saldrás de tu habitación después de las 8:30.
Lo miré enojada, sin entender y sinceramente algo asustada.
-Lo prometo- dije sin emoción alguna.
Se retiró de mi habitación sin decir más; ya me había despedido de los Señores Evans hace una hora y al parecer me acababa de despedirme de Elliot. No me molesté en bajar cuando oí que cerraban la puerta de madera y las rejillas de protección ni en asomarme cuando escuché como arrancaba el viejo Cadillac y me dejaba a mi en esta casa solo con el eco de la que parecía ser mi voz.
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Holu! Sinceramente este me encantó, aquí comienza todo, chic@s, thththth. espero les esté gustando mucho, amaría que comentaran, votaran o compartieran, en serio, no muerdo :3
Atte: Ella Rivers (Lizbeth Ríos)
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Eco (editando)
RandomAmber huyó de casa para poder explotar su gran habilidad y pasión: el piano; sin embargo ahora lidiará con las consecuencias y con otras habilidades un tanto peculiares que no sabía que tenía, además de con un chico bastante peculiar. Todos los der...