5.-Una flor que aparece

141 23 11
                                    

—Obito-senpai... —Yamato se apartó de golpe del chico. —No, yo no

— ¿Vas a negarlo incluso con los pétalos en la mano?

Yamato vio sus manos para ocultarlas rápidamente tras su espalda de forma nerviosa.

—Descuida, no le diré a nadie

—Tú... ¿lo tienes? —preguntó Yamato—Pero si cuando hablamos sobre lo de Itachi con Sukea dijiste que no le creías.

—Pues sí, no le creía, hasta que dos días después también empecé a toser esos malditos pétalos que saben horrible

Yamato arqueo la ceja extrañado— ¿Los has probado?

—Si... ¿tú no? —dijo Obito, Yamato negó con la cabeza. —Bueno, necesitaba saber si lo que estaba expulsando sabía rico o no, no me juzgues

— ¿Por qué no has ido al hospital? —cuestionó Yamato mientras comenzaba a caminar

—Escuche que una vez adentro no te dejan salir, y no quiero estar adentro de ese lugar, me da miedo —respondió Obito yendo a su lado.

—A ti también —murmuró el castaño

— ¿Qué?

—Nada. ¿Por qué no estas con Sukea? Es raro no verlos juntos

—Se sintió mal en la última clase así que se fue a casa temprano, quizá vaya más tarde a visitarlo para saber que tal esta

—Ustedes son realmente cercanos, ¿no? —decía Yamato

—Claro que sí, somos amigos desde preescolar, conozco a ese tonto desde que toda su apariencia era idéntica a la de Kakashi —respondió Obito sonriendo

— ¿Y por qué solo eres mejor amigo de él y no también de Kakashi-senpai?

—Siempre he congeniado mejor con Sukea, con Kakashi simplemente no se dan las cosas, él es más serio conmigo, pero por alguna razón se lleva mejor con Gai

— ¿Con Gai? ¿El capitán del equipo?

—Si, a él si le sigue sus juegos y bromas, a mí no, solo me llama tonto —reprochó Obito. — ¿No lo has notado? Ah, cierto, que eres más pequeño y no vas a clases con nosotros

—Pensé que a Kakashi-senpai le agradaría alguien más...tranquilo —dijo Yamato pensando en lo explosivo que era Gai, no había momento en que no estuviera con su actitud explosiva, gritando o corriendo.

—Kakashi es raro, no intentes comprenderlo, ni siquiera el enano de Iruka que siempre anda tras de él puede hacerlo —soltó Obito

— ¿A qué te refieres con eso? —indagó Yamato girándose a verlo

—Pues ya sabes, Iruka siempre intenta agradarle a Kakashi, pero él lo repele una y otra vez, creo que le gusta, aunque dudo que a Kakashi le guste alguien.

Yamato soltó un suspiro, pensaba que ellos eran más cercanos, pero ahora sabía que no, eso aliviaba un poco la molestia en su pecho.

—Obito-senpai...

—No me digas senpai, enano, las formalidades no son lo mío —contestó el azabache.

—Está bien. Obito, ¿tú recuerdas qué hiciste él día que tosiste pétalos por primera vez?

—Veamos —Obito se quedó pensativo unos instantes. —Me levante, ayude a mi abuelita con unas cosas, vine a la escuela, pero en el camino le ayude a una señora a cruzar la calle y me dio unos dulces, llegue tarde ese día, Minato-sensei me dio un enorme sermón y luego me dejo entrar, aunque dijo que le debía un favor, le compartí un dulce a Rin para que me pasará la tarea —contaba Obito

Notice me, senpaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora