Dreams [Era Merodeadora]

5. Navidad en Hogwarts

25 de diciembre de 1972

Sirius Black

Este año mis hermanos habían llegado a Hogwarts para cursar su primer año, Ali siendo sorteada en Gryffindor como yo y Regulus en Slytherin. 

Sabía que a Ali le aterraba enormemente decirle a nuestros padres que estaba en Gryffindor como yo, porque cuando yo les dije, me gritaron y me trataron horrible y yo no quería que ella le pasara lo mismo que a mí, era mi pequeña hermana. 

Los amaba demasiado y sabía perfectamente que haría cualquier cosa por ellos, ya lo hice varias veces y volvería hacerlo todas las veces que hiciera falta.

Ellos eran mis pequeñas responsabilidades, eran una parte demasiado importante para mí. Odiaba verlos llorar así que siempre que podía ahí estaba yo para sacarles una pequeña sonrisa.

Hoy era Navidad, y no sé cómo habíamos logrado convencer a nuestros padres de pasar Navidad en Hogwarts, bueno el problema aquí era que Reg si debía volver a casa por desgracia. Supongo que él no había sido una decepción como lo habíamos sido Ali y yo.

Así que ahora me encontraba con Ali en la Sala Común intentando distraerla, yo sabía muy bien que extrañaba a Regulus, yo también lo hacía y estaba demasiado preocupado por él. Tal vez había sido mala idea quedarnos, al menos si hubiéramos ido con él podría saber que estaba bien.

—Sirius, ¿estás bien? —Ali me miró un poco preocupada y yo asentí con una sonrisa.

—Claro que si pequeña —ella asintió poco convencida.

Ali no era muy sociable que digamos, pero se había llevado demasiado bien con Madeline, Marlene y Kate. La verdad es que era algo bueno verla convivir con ellas, al menos la veía un poco más emocionada que de costumbre y ellas le hacían bien, así que eso era lo importante.

—¿Crees que Regulus esté bien? —la miré con una pequeña sonrisa.

—Él estará bien, te lo prometo Ali. Si no fuera así él ya nos hubiera mandado una carta —dudaba mucho de ello, pero no podía preocupar más a Ali, así que una pequeña mentira no hacía mal.

—¿Estás seguro de eso? 

—Si hermanita, así que cálmate y disfrutemos de estas Navidades con nuestros amigos —ella asintió con una pequeña sonrisa. Yo la abracé muy fuerte dándole un beso en la cabeza— Sabes que te amo demasiado, ¿no? 

—Yo también te amo muchísimo Sirius —susurró ella mientras me abrazaba más fuerte.

—También sabes que haré cualquier cosa para veros bien a Reg y a ti, ¿no? —ella asintió con lágrimas en los ojos y yo delicadamente le quité las lágrimas—. No llores, los ojos bonitos no lloran.

—No tengo lindos ojos Sirius —susurró ella.

—Claro que los tienes hermanita y no me discutas eso —la volví a abrazar fuerte, ella era demasiado importante para mí, ella sufría demasiado en esa casa y aunque yo intentara ayudarla ella no se dejaba.

Ali era una niña demasiado cerrada con ella misma, solía siempre guardarse todos sus problemas y no se los contaba a nadie, no comía demasiado y siempre debíamos estar Reg y yo para ayudarla a que al menos comiera un poco más. 

Ali era una niña que había madurado bastante rápido, ella no se merecía nada malo al igual que Reg, solo eran unos niños al igual que yo. Lo único que queríamos era que nuestros padres nos amaran y nos cuidaran, pero, en cambio, teníamos unos padres supremacistas que andaban a favor de todo lo que dijera Voldemort.