Dreams [Era Merodeadora]

14. Nuevo año escolar

1 de septiembre de 1975

Madeline Lupin

Me desperté muy feliz porque por fin había llegado el día en el que volvería a Hogwarts, y ya íbamos a cursar nuestro quinto año, seguía sin creer como podía pasar tan rápido el tiempo.

Y lo que sí me sorprendió más fue que James estuviera enamorado de mí de la misma manera en la que yo lo estaba de él. 

Era tan surrealista todo, pero me sentía muy feliz de que así fueran las cosas. 

Aún no sabía lo que éramos, pero estaba feliz de lo que sea que estuviera pasando entre nosotros. Incluso quería gritar de la emoción y estaba segura de que las cosas cambiarían.

Recuerdo que unos días después de eso invité a Marlene para que viniera a pasar unos días en mi casa y cuando le conté todo, gritamos juntas asustando a mis padres.

—¡No puedo creerlo! Bueno sí, porque fui la primera seguro en darse cuenta de como James te miraba, pero como siempre nunca me haces caso maldita. Yo sabía que vosotros dos estáis destinados a estar juntos... ¡Lo sabía! —gritó emocionada, haciéndome reír. 

Yo me encontraba sentada en mi cama mientras Marlene hacía algún baile raro para celebrarlo. 

—Yo no puedo creer que James esté enamorado de mí, sigo en una especie de negación. Todo es tan surrealista, pero estoy tan feliz de todo lo que ha pasado. Por Merlín, quiero gritar, pero no quiero asustar de nuevo a mis padres —las dos reímos. 

Marlene se acercó para sentarse a mi lado tomándome de las manos con una gran sonrisa.

—Pues cielo créetelo, porque hay un chico que está enamorado de ti por como eres y haría todo lo que estuviera en sus manos para hacerte feliz y protegerte. Las dos sabemos que James siempre haría lo que fuera por ti, y aunque a veces es un poco idiota, nunca haría algo para lastimarte —asentí.

—¿Pero y si yo le lastimo? —susurré un poco asustada, a veces podía ser un poco negativa y no iba a negar que estaba un poco asustada por lo que podría pasar. 

No quería estropearlo y no quería que mis inseguridades lo arruinaran todo, porque James se merecía lo mejor del mundo. Pero intentaría ser mi mejor versión y le haría feliz, al igual que él me hacía feliz.

—Cielo, él ya te conoce muy bien, eso es algo que las dos sabemos. Y estoy muy convencida de que hará lo que sea para que no se vaya todo a la mierda. Te tiene paciencia, al igual que tú le tienes paciencia. Además, vais a aprender juntos y sabréis qué hacer siempre que haya un problema, pero debes decirle cuando sientas que todo se puede ir a la mierda Mads. Ya sé que eres una chica que no le gusta molestar y prefiere guardárselo todo para ella, pero debes confiar en ese aspecto en él —asentí con una pequeña sonrisa.

—Gracias por eso Marls.

Ella sonrió aún más abrazándome por los hombros.

—Para eso estamos las mejores amigas, así que deja que todo fluya y no te preocupes por nada. Céntrate en el presente y disfrútalo, porque ya no podrás repetirlo, a no ser que tengas un giratiempos —me dijo divertida y las dos volvimos a reír.

—En parte tienes razón.

—Siempre la tengo —agarró una almohada y me golpeó con ella.

Le miré divertida y agarré otra para empezar las dos una guerra de almohadas.

Sonreí ante el recuerdo y gracias a Merlín llegamos a la estación. Remus y yo bajamos los primeros, yendo a por nuestros carritos emocionados por este nuevo año.