Intriga
Bruce
Voy caminando lo más rápido que puedo para alejarme lo antes posible de este lugar, debí quedarme en mi casa, debí hacerle caso a mi madre y no venir a este funeral.
Pero viéndolo bien, no es del todo malo lo que acaba de suceder; porque si James dice que Frederick Andrews era su padre, eso quiere decir que somos hermanos ¿No?
Pero él y yo no nos parecemos en nada. Bueno tenemos ciertas similitudes, por ejemplo tenemos la misma estatura, tenemos la misma edad, nos gusta Il Volo... Pero yo estudio idiomas, aunque no se si él estudie idiomas. Además mi cuerpo es más definido que el de él.
Aunque también está el que cumplimos el mismo día.... Pero eso es sólo casualidad, si, eso es; una gran casualidad... Pero no puede ser casualidad que mi madre me haya dicho que Frederick Andrews sea mi padre, y que él esté el día de su funeral llorando y preguntándome que por qué estoy en el funeral de su padre. Tengo que preguntarle a mi madre.
Pero no puedo, de hacerlo sabría inmediatamente que vine al funeral... ¿Seremos mellizos? ¡No! Eso es imposible, ¿Cómo vamos a ser mellizos teniendo madres diferentes? No no eso no puede ser.... Pero cumplimos el mismo día.... ¿Qué pasa aquí? Necesito respuestas ¡Y las necesito ya!
Continúo avanzado rápidamente por los jardines del cementerio hasta que ya estoy fuera, una vez en el sitio donde me dejó el taxi en el que llegué me dispongo a esperar a otro taxi que me lleve. Lancé una furtiva mirada hacia el cementerio, a lo lejos vi como ya la gente comenzaba a retirarse, ya deben haber sellado la tumba, debo irme rápido.
Al poco tiempo pasó un taxi, lo paré, me monté, y le dije a donde quería ir:
- Al Hamilton Beach por favor.
El taxista arrancó tras un asentimiento. Durante el camino al conjunto residencial donde vivo no podía apartar de mi mente lo que había sucedido en el cementerio.
- ¿Qué haces en el entierro de mi padre?- la furibunda voz de James aún resonaba en mi memoria, y aún tenía su rostro contorsionado por la rabia grabado en mi retina.
Debo admitir que me intimidó, aunque yo tengo el cuerpo un poco más definido que él, la fuerza importa muy poco en un arrebato de rabia, porque la persona puede sacar una fuerza inimaginable de donde no la tiene al tener tanta adrenalina corriendo por sus venas.
Estaba tan sumido en mis pensamientos que no me dí cuenta que el taxista ya estaba parado frente a la urbanización.
- Eem- se aclaró la garganta el señor tras el volante, seguro se daba cuenta que estaba ensimismado.
Le pagué al taxista y me baje del auto. De camino a mi casa iba repasando mentalmente una vez más lo que había pasado en el cementerio, aún no creo que James sea hijo de Frederick, porque si algo es seguro es que eso es así, porque yo no estaría en el funeral de alguien llorando y diciendo que es mi padre si no lo es, y creo que James tampoco lo haría.
Voy caminando lentamente, la intriga que me invade en estos momentos relentiza mis pasos. Cuando apenas entro en el conjunto residencial me detengo súbitamente al recordar algo, aún no me he cambiado de ropa, con todo lo que pasó en el cementerio y mi desesperación por huir no pensé en pasar de nuevo por el centro comercial para cambiarme de ropa en uno de los baños.
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Mi otro yo
Mystery / ThrillerJames es un chico de 17 años, normal como cualquier otro, le gusta la música; pero no la música que los demás chicos escuchan sino más que todo música contemporánea, baladas en español, en inglés, y otros géneros musicales que no les agradaban a los...