Dudas
William Harris
Después de que James me colgara la llamada dejándome con la palabra en la boca me quedé mirando fijamente a la pared cavilando.
¿Será ese chico Bruce quien yo creo que es?
Sería demasiada casualidad que James me haya preguntado que si Frederick haya tenido un hijo fuera de su matrimonio con Martha y que al día siguiente se aparezca en el hospital con un chico con su mismo apellido.
Además, me parece extraño que si es quién yo creo que es, tenga el apellido Andrews, no creo que después de lo que hizo Frederick le haya dado el apellido, si lo que querían era cortar lazos; no era conveniente darle su apellido.
¿A qué habrá venido? Y más aún, ¿Por qué no me lo quiere decir? Sé que algo me oculta, y lo voy a averiguar.
Ya sé que hacer, voy a hablar con Patricia, de seguro fueron hasta el laboratorio, apostaría lo que fuera a que así fue.
Me levanté de la silla en la que me encontraba sentado y salí de mi oficina, directo al laboratorio del hospital, bajé en el ascensor ya que queda un piso debajo de mi oficina.
Caminé tan rápido como pude, a pesar de que como de costumbre el hospital estaba lleno de gente yo solo lograba oír mis pasos apresurados sobre el suelo de granito.
— Buenas— saludé al llegar a mi destino.
La chica estaba sentada en un pequeño escritorio escribiendo algo sobre unos papeles, al escucharme levantó la mirada de lo que hacía para responderme.
— Buenas, ¿Cómo está doctor? ¿En qué puedo servirle?
— Muy bien, Patricia, aunque no mejor que tú— le guiñé un ojo y ella se sonrojó ante éste hecho, sé muy bien como ganarme a las personas cuando quiero algo, unos cuantos halagos y es pan comido— verás tengo una duda y quisiera que tú me ayudaras a esclarecerla, ya que sé perfectamente que tu belleza infinita solo puede compararse con un ángel o con tu gran inteligencia.
Se sonrojó aún más— Oh por Dios doctor, va a hacer que me sonroje— ¿Más?— pero dígame, ¿Qué duda quiere que le ayuda a esclarecer?
— Verás, ayer en horas de la tarde vinieron dos chicos a éste hospital, a los cuales conozco, no me quisieron decir a qué vinieron, lo cual me pareció muy sospechoso. Quería saber si tú los viste de casualidad.
— Ay doctor, en el día de ayer vinieron muchos chicos para acá, para decirle con exactitud si son los que usted dice.
— Son dos chico poco más altos que yo, ambos blancos y de cabello castaño, de unos diecisiete años.
Pensó un poco, y lugo de un breve momento dió con lo que yo esperaba.
— Si, ahora que me da las descripciones si, ayer dos chicos con esas mismas características pasaron por aquí en horas de la tarde para hacerce un examen.
Parecía que se me detenía el corazón con lo que acababa de oír ¿Será que ya lo saben? No puede ser que ya sepan que....
— ¿Qué examen?— pregunté desesperado.
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Mi otro yo
Mystery / ThrillerJames es un chico de 17 años, normal como cualquier otro, le gusta la música; pero no la música que los demás chicos escuchan sino más que todo música contemporánea, baladas en español, en inglés, y otros géneros musicales que no les agradaban a los...