𝐂𝐨𝐮𝐧𝐭𝐢𝐧𝐠 𝐒𝐭𝐚𝐫𝐬 ||Tristán Dugray

1

Me encontraba yendo con Rory a Luke's mientras me acomodaba la chaqueta.

- Sabias que el cuero no te va a cubrir del frío no? -dijo Rory caminando y asentí.

- Si, pero me veo cool, prefiero eso. -dije corriendo.

- Espera! -grito Rory tratando de alcanzarme.

Llegue primero a el café y abrí la puerta.

- Hace un frío terrible. -dije sentándome con mi mamá.

- Llegue! -dijo Rory cansada.

- Lo tuyo sin duda, no es el ejercicio. -dije asintiendo muchas veces.

- Que quieren café, té caliente? -pregunto Lorelai.

- Brillo labial. -dijo Rory y Alissa habló al mismo tiempo diciendo otra cosa.

- Café cargado. -dije al mismo tiempo.

Si, unas de las cosas que Lorelai y yo compartíamos, era el exceso de café.

Mamá saco la bolsa de maquillaje hablo:

- Tengo de vainilla, chocolate, fresa y malvavisco tostado. -dijo poniendo la bolsa en la mesa.

- Uh, yo pido el de malvavisco. -dije buscando.

- No tienes uno que no parezca al cereal del desayuno? -pregunto Rory.

- Si. Esté no tiene aroma, pero cambia de color según tu ánimo. -dijo Mamá sonriendo.

- Ni RuPaul usa tanto maquillaje. -dijo Rory quejándose y rápidamente nos dimos cuenta de su humor.

- Estas de mal humor. -dijimos Lorelai y yo a la misma vez.

- Lo siento. Perdí mi compacto de Macy Gray y necesito cafeína. -dijo Rory y mamá revisaba su bolso.

- Ay, yo lo tengo. -dijo mamá mostrandolo.

- Ladrona. -dijo Rory frunciendo el ceño.

- Perdón. Voy por más café. -dijo Lorelai llevando su tasa y la acompañe.

- Que? No es para mí, es para Alissa y Rory. -dijo mamá a Luke quien seguro estaba cansando de as veces que mamá ha pedido café.

- No es cierto. -respondio.

- Escucha sargento pimiento está en aquella mesa, allí... -dijo mamá y vio como un chico, mayor. "Coqueteaba" con Rory.

- Ese muchacho es muy atrevido. Gracias. -dije agarrando mi café y yendo donde Rory con una sonrisa, por mi café.

- Si, nunca había venido por aquí. -dijo el chico quien parecía de 20 años o 18.

- Oh, claro que sí. -dijo mamá con un tono sarcástico.

- Hola. -dijo el chico con una sonrisa viendo a mi mamá. Yo fruncí el ceño.

- Hola. -le respondió. - Creo que te gusta mi mesa.