Sorcerer's Apprentice

#3 Recordando el pasado

-¿Seguirás siguiendome?- Pregunté a Malzahar que venía escondido en varios árboles a mi paso -

Malzahar baja de un árbol y me ve fijamente -¿Por qué te quieres ir?.. Es decir.. Ni has notado tus cambios.. ni tu nueva apariencia física-

¿Apariencia física, a que se refiere con apariencia fí.....?

Volteé a mirarme en el reflejo del pie de un lago que estaba paralelo a mí. La verdad no pude creer lo que vi.

¿Ese soy... yo?- Pensé confundido y asombrado a la vez -

Podía tocar mi rostro.. Era totalmente distinto. Ahora parecía un pequeño Malzahar, pero en diferencia a él, mi cabello era más despeinado.

Mis ojos emitían la misma energía oscura que Malzahar.. Pero esta era de un color verde oscuro. Además estaba vestido con las mismas prendas ridículas que poseía aquel mago.

-¿Acaso soy algún tipo de seguidor tuyo?- Pregunté sarcásticamente -

-Bueeeno.. No lo veas así.. más bien, eres como..-

Mientras él decía estas palabras mi corazón se aceleró lleno de furia y sin más, a una enorme velocidad le repartí golpes en su abdomen.. A medida que aumentaba la velocidad, de mis puños comenzaba a emerger la misma energía de color verde que pude observar en mis ojos.

El fuego que sentía dentro de mi solo podía expresarlo de esa manera.

-¡¡MALDITO, ¿QUÉ ME HICISTE.. RESPONDE.. ¿¡QUÉ ME HICISTE!?- Gritaba mientras aumentaba velozmente la velocidad en la que le impartía golpes por todo su cuerpo -

De un último golpe lleno de furia lo acabé en el suelo dejándolo moribundo y mirándome lleno hasta la sonrisa de sangre.

-A-ahora eres parte de este mundo.. S-solo queda seguir con tu nueva vida- Susurró Malzahar moribundo en el suelo -

Caminé unos pasos hacia adelante, dejándolo solo para que se recuperara. Intenté calmarme, solo pensaba en mi antigua vida, en mis amigos, en mi familia y en todo lo demás que no pude lograr.

Volteé y miré de reojo a Malza -Ni se te ocurra seguirme una vez más.. Ya me hiciste suficiente-

Me fuí del lugar mientras intentaba recordar mi pasado, se me hacía muy dificil poder recordar y cada vez que lo hacía sentía como mi cuerpo se debilitaba cada vez más hasta finalmente llevarme al agotamiento total.

No sabía que hacer, no podía refugiarme en ningún lugar, no sabía a donde ir, no sabía quien era. Sólo pude seguir al viento, por alguna razón el viento me inspiraba confianza.

Pasaron unos días y solo podía dormir en copas de árboles para intentar recordar a donde iba. Los días pasaron y cada vez me horrorizaba más de mi físico y mis nuevas cualidades sobrenaturales.

Cada vez que me enojaba, mis ojos dejaban salir esa energía verde como llamas furiosas, al igual que mis manos.

Unos días después la noche era más oscura de lo habitual, mi mirada solo se centraba en la luna que era mi única compañera, recordé lo que le hice a Malzahar y me sentí muy mal, supongo que aún quedaba algo bueno en mí y la maldad aún no me consumía por completo.

-Si Malzahar sembró la maldad en mi.. ¿Por qué aún siento felicidad y buenos valores en mí?- Pensé desconcertado -

En ese instante llegó un pensamiento a mí. -¡Debo buscar a mis amigos!-

Busqué en incontables ciudades e incontables pueblos a lo largo de runaterra, buscando y preguntando sobre ellos. Siempre intentaba llevar puesta mi capucha para no aterrar a las personas con mis ojos llamativos, aunque cada aspecto facial permanecía igual mis ojos no dejaban de llamar la atención gracias a su increible brillo, esto era un problema que debía evadir.

Caminé por un estrecho camino de tierra a mitad de un bosque, solo con las manos en mis bolsillos, cuando escuché pequeños pasos que me seguían. Solo los escuchaba y cada vez que me detenía esos pasos también lo hacían.

Sonreí y volteé velozmente..- ¿Gnar? ¿Qué haces aquí?- Pregunté confundido -

Gnar hizo un sonido extraño pero bastante adorable y de un salto subió a mi hombro, levantó su pequeño brazo señalando hacia adelante y tomando mi bufanda fuertemente, en señal de que avanzara rápido.

-Pequeño demonio adorable- Respondí -

Froté su diminuta melena y él me dedicó una sonrisa.

Bajé mi cara y mi capucha tapaba todo mi rostro -Creo que sabes perfectamente a donde vamos ¿Eh Gnar?- Sonreí con perversamente -.

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