#8 Jonia, Hogar de los puros.

318 14 3
                                    

Creo que todo hubiese sido mejor si no hubiese establecido esa comunicación con Kazh, esto trajo muchas consecuencias. Luego de que hablé con él se dio cuenta que yo era el individuo con quien él había luchado en la montaña helada, y ahora quería cazarme acompañado de Shieem.


Me encontraba caminando en la oscuridad de la noche, solo la tenue luz de la luna y las llamas de Brand alumbraban mi camino. El lugar era frío y lleno de grandes rocas cubiertas de moho, Gnar estaba en mi hombro y tenía lo que parecía una banderilla, calentaba un pez en la cabeza de Brand mientras tenía una sonrisa de oreja a oreja mientras Brand lo miraba con aburrimiento y seriedad.


A la mañana siguiente llegamos a Jonia, un gran lugar rodeado de montañas llenas de cascadas y mucha humedad, Era uno de los lugares más extraños y bonitos que había visitado. Tenía el aspecto de una ciudad de medio oriente llena de árboles de cerezos y muchas casas de extraña forma.


Entramos por la gran entrada y pudimos ver a muchos niños corriendo, riendo y jugando, un gran palacio rodeado de árboles de cerezos. Llegamos al palacio que se situaba justo delante de una enorme y majestuosa cascada, Llegamos a los jardines de palacio y los guardias nos preguntaron a quien queríamos ver, cuando veían a Brand se sobresaltaban y comenzaban a murmurar cosas a nuestras espaldas. Antes de entrar por la puerta del palacio se encontraba un hombre muy extraño sentado al lado de uno de los pilares exteriores del palacio. Se encontraba meditando frente a la cascada, tenía un sable a su lado y tenía una extraña máscara con varios ojos; por un momento lo ignoré y seguí adelante.


Dentro del palacio había mucha gente conmocionada y con mucho estrés, muchos guardias corriendo y criados llevando objetos de un lado a otro. Brand señaló hacia un pasillo el cual debíamos seguir para llegar al final en donde se encontraba una enorme puerta hecha de oro que estaba custodiada por dos enormes guardias de cada lado. Cuando llegamos a la puerta, los guardias nos dejaron pasar sin si quiera observar nuestro rostro, pasamos y nos encontramos con un salón enorme lleno de cuadros en todas las paredes y un enorme escritorio al final de una pared donde estaba sentada una mujer de piernas cruzadas, su cabello era gris y.. se me hacía muy familiar.


-Disculpe ¿Puede ayudarnos?- Pregunté mirando fijamente -


-Es un honor tenerte en Jonia, Kiottor- Respondió la extraña mujer -


-¿Conoces mi?... Espera.. ¿Eres..?-


-Efectivamente.. Soy Irelia Capitana de la Guardia Jonia- Dijo firmemente levantándose de la silla -Y tu eres Kiottor, Descendiente y Sucesor del mismísimo Señor Malzahar- Dijo viéndome fíjamente -


En ese momento me incomodé un poco, ya que existían 2 personas que me habían llamado de la misma manera, sonaba como algo importante, algo que tarde o temprano debía aceptar. La verdad es que no me sentía importante, con todo el tiempo que pasé solo me sentía como una persona cualquiera, solo que con poderes que ni yo conocía aún.


-¿Por qué vienes hoy a mi pueblo, Kiottor?- Preguntó -


-Tengo un pequeño problema con Brand- Señalé a la velita humana - Intenta decirme algo, pero es un idioma desconocido y muerto. Alguien me dijo que en Jonia conseguiría a un individuo capaz de traducirlo correctamente-


-Allí está- Dijo Irelia señalando por la ventana una sombra detrás de un árbol -


A simple vista se notaba una máscara rara, poseía un brazo robótico y su mirada era pesada.


-Ahora, necesito tu poder..-





Sorcerer's ApprenticeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora