Sorcerer's Apprentice

#6 La realidad es otra ahora.

El día era frío y llovía, estaba muy distante y a la vez no dejaba de pensar en que sería de mi ahora que sabía que mi hermano se había convertido en mi enemigo por un malentendido. Escuchaba como las gotas de lluvia golpeaban mi capucha que al parecer era impermeable, mientras Gnar dormía y roncaba leve y plácidamente en mi cuello también cubierto por mi capucha.

Todo parecía perfecto, el clima aunque estuviese húmedo, era uno de mis climas favoritos y el que más disfrutaba porque sentía que me hacía recordar mi pasado oculto. Me sentía destruido y pensaba que mi camino no tiene final ni sentido, ahora mi única compañera además de Gnar, era la soledad.

Pasaron varios días, no sabía a donde ir ni a quien ver para que me ayudara a recordar más de mi pasado y a solucionar el actual problema que me atormentaba.

Ese día era nublado, pero no llovía, había mucho viento y las hojas de los árboles se estremecían a más no poder. Caminaba plácidamente mientras Gnar jugaba con mi cabello y comía bayas silvestres que nos encontramos en el camino, ya no me atormentaba mucho el hecho de que tenía un nuevo, temible y formidable enemigo sin que yo hiciera nada malo.

-¿Estás bien amiguito?- Dije mientras miraba hacia arriba -

Gnar hizo un sonido en gesto de afirmación y sonriente prosiguió a comer. Un sonido ensordecedor rompió el silencio e hizo que rápidamente Gnar saltara de mi hombro y se pusiera a la defensiva, me sorprendí mucho ya que Gnar estaba aprendiendo y ya estaba acostumbrado a esos momentos imprevistos y peligrosos que siempre nos tocaba atravesar.

Me volteé rápidamente para fijarme de donde provenía el sonido y noté que un árbol en llamas cayó muy cerca de nuestra posición haciendo que muchos otros árboles comenzaran a quemarse al instante. Rápidamente corrimos para establecernos en un lugar más seguro, y mientras corríamos pude sentir una presencia extraña que nos seguía.

Antes de llegar a nuestro destino y sin avisos volteé rápidamente para encontrarme con una figura humanoide que estaba hecha totalmente de fuego y magma. Lo que parecía un hombre de lava se detuvo frente a mí e intentó decirme algo.. Pero no pude entender que. No parecía una amenaza, pero se notaba que necesitaba decirme algo muy importante, ya que sus gestos faciales eran de una persona muy preocupada.

Decidí ayudarlo y llevarlo con nosotros para así intentar descifrar el mensaje tan importante que me traía aquella extraña figura humana. Decidí llamarlo Brand, le pregunté si le gustaba el nombre y alzó sus dos pulgares en señal de aprobación.

Salí del bosque en el que me encontraba acompañado de Brand. Rápidamente Brand toca mi hombro con desespero y yo volteo al instante para saber que me tenía que decir. Señaló a la luna con su dedo índice en llamas, intenté afinar la mirada.

En la luna una sombra saltaba entre los árboles y cada vez se acercaba más a nosotros, el sonido era casi imperceptible pero se notaba y se escuchaba a las aves saliendo de los árboles por el individuo que ahora nos seguía.

Una sombra en la luna que se escondía entre los árboles.