Capítulo 3: Casi depresión.

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Ya había pasado una semana desde que no le hablaba a mamá, o mejor dicho evitaba a toda costa. Si ella no quería darme respuestas, yo no quería darle mi atención.

En la semana, también me respondí a mi mismo, el asunto de la escuela. Cada reseso iba al gimnasio a verlo jugar. Claro que a escondidas, si no seria vergonzoso que un chico fuera a ver a otro por que le gusta. Si, me gusta. Solo que no se si me gusta su físico o su manera de jugar. Y claro que eso aun no lo sabia. Pero si me gusta.

Otra cosa es mi padre. No me ha llamado, ni buscado y lo peor es que ni a mis amigos le a preguntado sobre mi paradero. También estaban mis amigos, no los he visto ni por videollamada.

Todo esto me tenia mas que deprimido. Lloraba todas las noches sumido en la oscuridad. Mi almohada callaba mis sollozos. Era un desastre, hasta que iba a ver al ángel jugador de basquet. Lo veia y se me olvidaba todo. Por eso tenia una casi depresión.
En la escuela, los profesores me miraban de reojo y negaban con la cabeza, como ahora.

Él profesor de historia me miraba como bicho raro, lo acepto, ya que mi físico en estos momentos no era el mejor. Para cuando tocó la campana que anunciaba la hora de receso, salí corriendo al gimnasio.

Como de costumbre me escondí bajo las gradas y mientras comía una manzana observaba el partido. Mi ángel justo hoy, era la máxima estrella.

-Es muy bueno.¿No?

-Si, es el mejor- dije mirando de frente, sin saber quien era la persona que me hablaba.

-Te gusta, ¿ él o como juega?- dijo el desconocido.

-De.. ¿de que demonios hablas? Me gusta el basquet- repondi en un susurro

-Te has puesto rojo.- dijo mientras pinchaba mis mejillas

-No- aparte sus manos de una sola y me levante para irme.

-Hey! Espera- me tomó la muñeca y me volteo. Recién vi que era un chico alto, su piel era como la canela, sus ojos eran marrones oscuros y sonreía como si fuera modelo de comercial de pasta dental.- No te molestes, solo bromeaba. Es, que por la cara que tenías mientras lo mirabas pensé... ya sabes. Tú..

-Pues pensaste mal- le conteste, mientras me safaba de su agarre - No deberías de bromear con personas que recién conoces.

Me voltie para dirigirme a mi salón, me llenaba de cólera que las personas se den cuenta. A lo mejor debería conciderar no venir mas a verlo. Tal vez era lo mejor

-Se llama Luhan- dijo el muchacho de hace unos momentos- el chico que mirabas en el gimnasio, se llama Luhan.

What if... (HunHan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora