Me encontraba en el Rio Clyde, para ser más exacta en el Clyde Arc. Mis padres de último momento habían decidido volver a la ciudad que los vio crecer, me encantaba vivir aquí pero después de un tiempo me deshabitúe al clima frio-húmedo. Sin mencionar que el paisaje me encantaba por lo menos para mi, Ethan mi hermano era otra cosa.
En mi mente me preguntaba que seria lo que le pasaba aquel chico de ojos color ámbar, sin duda era muy guapo, aunque su piel un tono mas aperlada que la mía. Mamá solía decirme que parecía una muñeca de nieve. Aquel pensamiento arranco una sonrisa de mis labios.
—Anely... Annie —escuche que me llamaban me gire para ver de quien se trataba, Ethan se encontraba caminando por el puente hacia mi. — ¿Qué sucede? Ethan —pregunte intentando no sonar demasiado molesta, él solía ser muy protector no podía perdérmele de vista sino le daba un ataque de nervios.
—Tranquila... —murmuro con una gran sonrisa en el rostro pasando uno de sus brazos sobre mis hombros en un abrazo y me daba un beso tierno en la mejilla. Annie ¿Cuándo fue la última vez que te duchaste? —dijo separándose un poco de mi arrugando la nariz lo mire frunciendo el ceño y lo golpee. — Cállate ni que fuera tu—comente intentando no reír a lo cual Ethan solo rió a carcajadas.
—Además recuerdas que habías prometido dejar de ser mi sombra —mencione comenzando a caminar sabiendo que me seguiría no tardo en emparejarse a un lado mío. —Si lo se no lo he olvidado, pero eso no es para lo que he venido a buscarte sino para platicarte algo que sucedió en la mañana —dijo sonando serio lo cual hizo que lo mirara prestando atención. — ¿Qué cosa Ethan? —cuestione deteniéndome, lo mire a los ojos. —Esto fue lo que sucedió... —murmuro internándose en sus memorias.
Flashback. Narrado por: Ethan
Me encontraba en mi habitación refunfuñando por este improvisto cambio de casa, colocaba mis posters de Linkin Park, My Chemical Romance, Skillet entre otros en las paredes de mi habitación y acomodaba mi ropa en el closet, odiaba tener que dejar mi vida en Portland. Las paredes de mi habitación retumbaban por la música que sonaba en mi reproductor de música, Not gonna die sonaba a todo volumen cuando la canción termino escuche a mi madre gritar en la sala de abajo cosa que me extraño ya que jamás le había escuchado alzar la vos, inclusive nunca peleaba con papá ni cuando Annie comenzó a salir con Tristán siendo mi padre quien le leyó la cartilla. Salí discretamente de la habitación para poder saber que era lo que había alterado a mamá de ese modo.
—No, no lo puedo creer—repetía mi madre claramente molesta caminando de un lado a otro en la habitación. —Amor tranquila, solo te pedimos que sepan guardar las apariencias —Hablo papá dirigiéndose a un señor que no reconocía.
—Por supuesto, Fabrizzio ya se a encargado de todo nadie recordara nada sobre nosotros solo ustedes, incluso si es que así lo desean puede hacerlo con ustedes —dijo sonando amable parecía que aquel señor conocía a mis padres de antes.
—Danos tiempo hemos llevado una vida lo mas normal posible por los chicos, ellos solo conocen de nuestra condición no sabríamos como reaccionarían si les contamos toda la verdad —Respondió mi madre un poco mas calmada. —De acuerdo, me alegra mucho saber que estáis aquí... Valeska, Brey y las chicas estarán contentas al verlos —comento el señor levantándose se despidió de mamá y papá dirigiéndose a la salida. —Adiós Marcos, salúdame a las chicas —dijo mi madre despidiéndose.
Fin del Flashback
—Pues si que es extraño, sobretodo la reacción de mamá. Lo que me preocupa es que nos guardaran algún secreto —dije mirando a mi hermano. —Dímelo a mí, tuve que tener mucho sigilo cuando terminaron de conversar —contesto con un gesto pensativo.
—Será mejor que la llevemos con calma y actuemos normalmente, cuando crean oportuno mamá y papá nos dirán lo que sucede —dije levantándome en puntillas para despeinarlo sonrío apartándose un poco. —Tienes razón, Annie —dijo abrazándome fuerte contra su pecho.
—Si no supiera que sois hermanos me pondría celoso —dijo una voz que reconocería en cualquier lado.
—Tristán... —grite soltando a mi hermano yendo abrazar al recién llegado.
—Bienvenida cielo —murmuró sobre mis labios dándome un beso el cual correspondí gustosa.
Nos separamos al escuchar un carraspeo molesto de Ethan. —Te veo en la casa, Annie —dijo emprendiendo el camino de regreso.
—Ethan —le llame pero siguió su camino sin siquiera voltear a verme.
— Aun no le agrado verdad —murmuro Tristán abrazándome por la cintura descansando su rostro en mi hombro sonreí un poco. —No, aun no —dije girando mi rostro y dándole un tierno beso en los labios.
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Profecías de Medialuna
Teen FictionEn 1770 en la Glasgow colonial. Doce familias con un poder incalculable formaron un pacto de silencio. Una familia, por lujuria, fue desterrada. Y su línea de sangre condenada a desaparecer sin dejar rastro. Hasta ahora... Son los herederos de un le...