Cipher de Azul - #2RNuevaEra

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~Agosto 15~

Actué por instinto, mi cuerpo se movió solo y dejando la bandeja que traía para hacer más creíble mi disfraz, robe la espada de uno de los guardias para bloquear el ataque de Varian, trastabille, por lo que la hoja de su espada alcanzó a cortar mi brazo. La sangre manchó el uniforme y pequeños hilos rojos recorrieron mi brazo hasta convertirse en pequeña gotas que cayeron en el suelo.

- ¿¡Julieta!? 

Varian me reconoció en ese momento en el que gritaron el pelinegro y el pelirrojo y por un momento se mostró sorprendido, sin embargo esa expresión cambió rápidamente, una sonrisa adornó el brillo de aquellos ojos celestes - Mi querida Viborera, no esperaba tu visita el día de hoy.

Su espada se deslizó y volvió a atacar, volví a bloquear está vez con más firmeza. Le había pedido a la guardia real que me enseñaran a manejar la espada en secreto el día después del baile; y aunque al principio los guardias creían que les estaba jugando una broma, al final los convencí con la ayuda de James y Charles al vernos "entrenar"; esta no sería la clase de historia donde soy la dama indefensa. Ahora no solo era mi instinto reaccionando a sus ataques, también era todo el conocimiento que había aprendido en este tiempo.

- Lamento haberme tardado en llegar - Le miré con seriedad atacando con mi espada y haciendo que él retroceda - Un aviso para la próxima, a Mailen no la metes en esto.

- ¡Esa es nuestra futura reina! - Alcancé a escuchar que celebraba Charles manteniendo a Mai distanciada.

Solo por un instante sonreí con vergüenza hacía ellos, sabía que íbamos a tener una larga conversación en cuanto saliéramos de esta, pero que estuvieran orgullosos de mí en ese momento me llenaba de valor.

Pero aquello se quebró ante el silbido que salió de los labios del castaño mientras guardaba su espada enderezándose - Esto es nuevo de usted, mi bella dama, me gusta. Pero que me perdonen sus reinos, porque de aquí no saldrán - Seguido de esas palabras chasqueó sus dedos, en ese momento recordé que estábamos en SU territorio y que aquí estaba su gente, principalmente un Cipher de quién sabe cuántos años y con sus poderes controlados de su lado.

Miré al triángulo flotante, pude ver como suspiraba y me miraba como pidiéndome disculpas. Ahora fue él quien chasqueó los dedos, al parpadear nuestros alrededores habían perdido el color y ahora el mundo estaba en una escala de grises y dos manos gigantes traslúcidas aparecieron sobre nosotros bloqueando el paso de las puertas. Noté como Mailen se apartaba aterrada acercándose todo lo que podía a James y a Charles.

Si, lo recordaba, temblaba de miedo en ese instante. No se lo había contado a nadie, pero ella ya había vivido eso, en sus sueños. Le aterraba que se estuvieran volviendo realidad.

Volví mi mirada a Will, aquel brillo celeste intenso volvió a aparecer y su silueta se deformó creciendo de tamaño. Retrocedí un par de pasos viendo ante mí como aquel "inofensivo" triángulo volador se había vuelto una inmensa pirámide dividida en tres secciones que giraban a su propio ritmo, con otro par de largos brazos llenos de picos y pequeños cubos volando a su alrededor, todo su ojo era de un tono rojizo, su cuerpo negro carbón y desprendía una pequeña luz celeste amenazante cual flamas.

Tragué saliva y miré en dirección de Charles y James, el último abrazaba a la dulce castaña evitando a toda costa que mirara hacía Will, noté como las delgadas piernas de Mai temblaban. 

Miré a los ojos a cada uno, apreté el anillo que me había dado James contra mi pecho, cerca de mi corazón que latía sin control. Saldríamos de allí con vida, no sabía cómo pero tenía la certeza de aquí así sería.