Cipher de Azul - #2RNuevaEra

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~Mayo 20~

Estuve tanto tiempo ocupada con el reino y el plan para evitar que la dulce castaña se convierta en un ser lleno de maldad que había olvidado escribir mas de seguido en mi diario, ese pequeño cuaderno donde escribía lo que ocurría en mi vida y mis principales y mas profundos secretos. La única cosa que podía decir a ciencia cierta quien era realmente la princesa Julieta, la única arma para destruirme en pedazos al conocer mis debilidades y al mismo tiempo la única llave en este mundo para realmente conocerme y entenderme porque no miento al decir que mi vida está resumida ahí.

Que sería de mi propia cordura sin ese pequeño cuaderno de color café oscuro que me habían regalado para mi cumpleaños número 5 y en cuanto tuve una letra decente me dedique a plagarlo con mis ideas y sentimientos. Con el podía descargar todo aquello que me molestaba, motivaba, aterraba o emocionaba mientras escribía y escribía renglón tras renglón.

Ahora esperaba a que Charles y James llegarán para otra reunión con respecto a nuestra misión de mantener a Mai tan solo como Mai, siendo el primero el mas motivado con la idea porque realmente quería ver a uno de estos "especímenes" como la llama él. James, por el otro lado, quiere ayudar, la dulce castaña se había ganado su confianza y su amistad de una manera poco usual.

Pero, en medio de mi escritura, logro escuchar unos suaves golpes en la puerta. Levanto mi vista y dejando la pluma y mi cuaderno de tapa oscura a un lado doy el permiso para que siga. La puerta se abre suavemente y tan solo un poco, lo suficiente para que la pequeña y castaña con azul turquesa cabeza de Mai aparezca.

- Princesa July... - Murmura ella suavemente.

- Ah, dulce castaña, adelante- Me levanto de mi pequeño escritorio y me coloco a un par de metros de ella mientras se acerca - Dime, ¿qué sucede?

Mai traga saliva notoriamente fue entonces cuando me di cuenta del miedo en su mirada.

- El Rey le solicita en sus aposentos - Respondió ella con suavidad y temblando cual hoja de papel y tan pálida como si hubiera visto un fantasma.

Respiro profundamente tratando de convencerme que no será nada malo y ofrezco mi mano a la de la dulce castaña, esta la toma sin muchas ganas por ir hasta la habitación de mi padre, pero tampoco me va a dejar ir sola por lo que salimos juntas hasta la habitación del ser mas cruel del planeta, mi padre, el rey del reino azul de picas.

~

Y pensar que hace tan poco estaba hablando con la dulce castaña en mi cuarto y justo ahora estaba recibiendo el sermón de mi padre por dejar que Charles Jokerth se paseara como si fuera su casa por los pasillos de palacio.

- Nunca aprendes, ¿verdad? - El rey escupía aquellas palabras con desprecio después de haber dejado a su propia hija en el suelo con la mejilla caliente de la cachetada que había recibido. Simplemente me quedé callada ante el impacto de aquella reacción - Primero dejas que ese monstruo se vuelva aprendiz de sirviente en el palacio y la tratas como parte de la familia y ahora permites que aquel imbécil del palacio plateado merodee por nuestras bibliotecas, ¿sabes que podría pasar si encuentra información en nuestra contra?

Volví a preferir el silencio, si le contaba detalle alguno sobre lo que había estado averiguando acerca del origen de Mai simplemente mi padre se habría colocado como un loco buscando acabar con la dulce castaña para su propia satisfacción de saber que desde un inicio había tenido razón o incluso existía la remota y pequeña posibilidad de que me tomará por loca.