CAPITULO 185 *EL DESENLACE DE LA HISTORIA DE FERIHA Y EMIR*

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Cuando Emir finalmente encontró a su mujer, ella estaba montada sobre un camello🐫 en medio del desierto, mientras cantaba fuertemente. A pesar de que llevaba sombrero y lentes de sol, pudo reconocerla por la larga bufanda roja. Un instante después, él se acomodó su pañuelo y sus lentes de sol, y se acercó a ella. Una vez estando lo suficientemente cerca, agarró la silla del camello de Feriha y se montó con ella, abrazándola fuertemente por detrás.

_Emir: “Hola cariño, finalmente te encontré”.    ☺️

Al oler su peculiar aroma, Feriha se quedó aletargada por un momento.

💭‘Ciertamente huele mucho mejor que el almizcle del camello’💭, pensó.

Al cabo de un momento, volvió en sí y se volteó para ver al hombre detrás de ella.

_Feriha: “Justo acabo de subirme a esta cosa. ¿Cómo me encontraste tan rápido?”.😦 Dijo tristemente.

Para llegar al desierto de Gobi, Feriha había tomado un vuelo de 16 horas, luego un par de horas más en un tren de alta velocidad y luego un lento viaje en bus. Acababa de llegar, ya Emir, mágicamente estaba allí. ¿Cómo podía ser posible?.

_Emir: “Llegué directamente en mi avión privado”😃 le dijo con una sonrisa.

Ahora tenía sentido, eso los ahorrado mucho tiempo. Ella hizo una mueca cuando escuchó su respuesta.

_Feriha: “¡Uf! ¡Eso es tan injusto!”. 😒

Mientras tanto, se sentía como una tonta. ¿Por qué no se le ocurrió usar el avión privado de Emir? ¡No habría tenido que soportar un viaje tan largo y agotador si hubiera venido al desierto de Gobi en su avión privado!

Él se rió por lo bajo.

_Emir: “No te enfades, volaremos a casa juntos”.  😊 

Feriha frunció los labios y sus mejillas se hincharon de ira, aunque de nada le iba a servir, ya que ya no se podía hacer nada al respecto.

Finalmente, recuperaron el tiempo perdido en un hotel cerca del desierto de Gobi. Feriha nunca olvidaría esa noche, ya que Emir estaba más hambriento que nunca de su cuerpo, sus besos y caricias. Inicialmente había planeado hacer algo de turismo, pero desde el momento en que él apareció, estaba demasiado cansada para hacer otra cosa que no fuera dormir.

Al tercer día de su viaje, cuando estaba montada en un camello, sintió que le temblaban terriblemente las piernas debido a todo el ajetreo de la noche anterior.  No podía evitar preguntarse si Emir lo hacía deliberadamente para castigarla, pero cada vez que ella se quejaba con él, él sacudía la cabeza inocentemente y lo negaba.

_Emir: “No, no fue mi intención, ¡te lo juro!”. 😊

Feriha no tuvo más remedio que dejar el tema.   

En el quinto día de su estancia en el desierto de Gobi, Feriha miró al hombre de arriba abajo. Parecía tan fresco y limpio como siempre.

_Feriha: “¿No crees que la vida es difícil aquí?”.😟 Ella preguntó con tristeza.   

_Emir: “No. El hogar está en donde quiera que estés, y me siento mucho mejor cuando estoy contigo”.  😌respondió sinceramente y luego él besó su mejilla.  

_Feriha: “¿Pero qué hay de la compañía?”😦, preguntó ella con un ligero tono de preocupación.   

Antes de que pudiera decir algo más, él la besó de nuevo.

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