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—Hoy jugaremos Quidditch. —anuncio Harry mientras le tendía una snitch dorada.

—Está claro que yo ganaré. —dijo con voz casi triunfante. —Soy el mejor buscador de Slytherin. 

—Desde mi llegada a Hogwarts no he visto a Slytherin ganar ni una vez.

—Jodete Potter. —lo miró intentando lucir molesto pero lo único que se ganó fue una carcajada de parte del Gryffindor.

—Como digas Draco.

Al estar los dos en el aire dejaron ir la snitch la cual salió volando perdiéndose así en el campo, ambos ojos la rebuscaban pero lo único que veían aparte del uno al otro era la nada, Harry daba vueltas por todo el lugar sin embargo no había rastro de la snitch, aunque, cuando dirigió su mirada a Draco se dió cuenta que aquel ya estaba persiguiendola. Con rapidez se apresuró directo al Slytherin el cual aceleró su pasó quedando a solo unos centímetros de la snitch, no había tiempo para hablar, Draco iba a ganar y eso era impensable, Harry inclinó su escoba hacia delante y posicionó sus manos lo más cerca haciendo que ahora él pudiera ganar, y finalmente lo hizo, Harry ganó, se deslizó al pasto con Draco detrás de él.

—Te lo dije Malfoy.  —sonrió.

—Fue una trampa. —exclamó Draco molesto.

—Claro que no, cada quien se acopla a lo que tiene. Después de esas palabras Draco rodó los ojos y comenzó a caminar a dirección contraria de Harry, haciendo que este borrará cualquier rastro de su sonrisa para perseguirlo.

—Draco, lo siento. —susurró. El Slytherin solo lo ignoró.

—Draco..—dijo quedando frente a el.

Sin respuesta.

—¿Quieres ir a las tres escobas? —murmuró. —Puedo hacer lo que quieras pero no te vayas.

—Te odio. —exclamó Draco suavizando la mirada, no podía estar molesto con él ni por un segundo.

—No lo haces. —volvió a sonreír.

—Si lo hago.

—Bien, lo merezco.

—𝐃&𝐇࿐

—Llevan doce. —volteó a ver a Harry. —Doce cartas que encuentro en cualquier lugar, ¿Intentas jugarme una broma?, espera, ¿Fueron Fred y George que te retaron a algo así?

—¡Ya te dije que no sé de qué estás hablando! —exclamó Harry, ¿Por qué no le creía?

—Ni siquiera tienen sentido tus cartas, "te arrepentirás después, perderás amigos y gente que te ama" ¿Es una amenaza? —gruño. Era incapaz de comprender.

—Claro, paso mis días escribiéndote amenazas porque de eso depende mi vida. —ironizó.

—¡Tú no hablabas así!, ¿Cómo es posible que pases tan solo unos días con Malfoy y ya lo imites al hablar?

Harry comenzaba a molestarse, tan solo hace poco Ron se había disculpado, al parecer ya nada funcionaria igual.

—Te demostraré que no tengo nada que ver con las tontas cartas. —dijo antes de salir de allí.

¿Como siendo su mejor amigo no le creía? Siempre todos lo tachaban de mentiroso y eso lo carcomía, lo hacía sentir solo.

Sus pasos rápidos fueron detenidos por Draco quien se paró quedando frente a él.

—Potter. —sonrió. —Dijiste que iríamos a las tres escobas, es sábado así que podemos hacerlo.

—Necesito tu ayuda.

La expresión de Draco cambió, se volvió sombría, Harry a su vez no sabía cómo abordar el tema, no era estúpido, entendía que no podía confiar en muchas personas y tampoco quería pensar que no podría confiar en Draco, así que habló.

—Necesito que me ayudes a descubrir quién es el dueño de las cartas.

—¿Hablas de la carta que yo encontré en la enfermería la vez pasada?, Oh espera, ¿Cartas? ¿Hay más? —preguntó.

—Si, le han estado llegando a Ron, y él piensa que le quiero jugar una broma, es terrible. —suspiró resignado.

—Bien, te ayudaré.

Harry sonrió, era agradable que alguien le creyera.

Ambos jóvenes caminaron en silencio rumbo a la enfermería, —donde se encontró el primer sobre— Iba a ser difícil convencer a Madame Pomfrey de dejarles buscar en el lugar, pero se arriesgarían a cualquier castigo, después de todo, no sé rendirían hasta encontrar al causante de sus problemas.

—Yo entraré. —dijo Harry señalando la puerta. —Si no me da permiso tendremos que buscar la capa de invisibilidad y camuflarnos.

Draco asintió.

Pasaron dos minutos llenos de espera y aburrimiento, hasta que al cabo de un unos segundos sus ojos divisaron una cabellera
castaña, era Granger, estaba hablando con alguien, alguien que él no podía ver, ni oír, solo la voz temblorosa de la chica. Parecía estar escondiéndose de alguien, balbuceaba palabras poco entendibles, nada comparado a la seguridad que siempre mostraba

—S-si, yo, lo haré. —dijo. —Él no debe enterarse.

La voz misteriosa volvió a especular algo.

—¿Y si sale mal? —preguntó ella de nuevo.

Draco chocó con una pequeña maceta haciendo que Hermione se percatara del ruido y, exaltada corrió en dirección contraría.

Justo en ese momento Harry salió de la habitación.

—¿Qué pasa? —habló  al ver a Draco horrorizado.

—Es granger, ella puede ser responsable de muchas cosas. —susurró. —Harry, ellos no son confiables.

Harry se quedó petrificado, ¿De que estaba hablando?

PROFECIAS | DRARRYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora