Septiembre 4, 1968.
La primera vez que le tomas una fotografía a alguien especial, tu corazón se hace añicos porque jamás logras tener tantas fotos de él.
Esa vez, nos encontrábamos en una pradera tan grande como el mundo que teníamos en nuestra memoria. Era tan grande que, allí, nadie nos podría encontrar, nadie nos podría oír, nadie nos podría juzgar.
-¡Vamos, apresúrate!- Dijiste, tan suavemente que hasta las nubes podrían haberse enamorado de ti. -Jungkook, ya somos bastante grandes como para hacer este tipo de cosas, ¿no crees?-. Bufé.
-¡No seas aguafiestas!-.Rió-. ¡Recolectar flores es divertido¡, además, solo tienes diecisiete-. Ambos estaban a varios metros de distancia pero debido a lo solitario que estaba aquella pradera podían oírse muy bien.
-Mm, esta bien. Pero nos iremos rápido Jungkook-. Musitó chasqueando la lengua.
No nos fuimos rápido. Recuerdo que, esa vez, ante la luz del sol, tu cabello suave y tu felicidad por las flores, te veías tan bonito. Y quise quedarme allí, contigo, tal vez para siempre.
Por eso, te tomé una fotografía.
Con una cámara kodak que había ahorrado tanto tiempo para comprar. Según yo, la usaría para tomarle fotos al paisaje de Seúl. Pero, en tan poco tiempo todas las fotografías que había tomado eran tuyas. Tus ojos, tu nariz, tus labios. Fotografiaba cada parte de ti, cuando no me veías, cuando te distraías porque una mariposa amarilla volaba frente a tu nariz.
Ese día, me enamoré un poquito más de tus ojos. Y supe que hasta el día en el que muriera mi corazón sufriría de pequeños choques cada vez que viera tus ojos brillar.
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Nuestra historia en fotografías | KT
FanfictionEn algún lugar del mundo, quien sabe donde. Hay una caja con fotografías dentro de ella. Fotografías que, si alguien se las encuentra, le serán totalmente comunes. Sin ningún tipo de rareza. A su vez, esas fotografías tomadas hace muchos años cuent...