Varios días pasarían después de que Taimuri cerrará su acuerdo con Akui, por petición del mismo el chico viviría en una de las parcelas de cristal del edificio junto a otra persona, realizando un entrenamiento físico que le ayudaría a explotar las cualidades de su extraño de por sí organismo, el cual funciona de manera distinta al de un humano común y corriente, Los guardias también le pagarían los 200$ debido a que después de todo hizo lo que le habían pedido, Taimuri únicamente guardaría el dinero en uno de sus bolsillos.
El joven a parte de ello, le pediría ver a su hermana, ya que no confiaba del todo en las palabras de aquel desconocido, aunque supiera su nombre y varios sucesos recientes de su vida, siempre podía ser una trampa, almenos eso pensó el chico antes de entrar en el ala médica, dónde vería a Aisuru conectada a una máquina con los ojos cerrados en todo momento, y ahí se dió cuenta de que Akui no estaba mintiendo.
Taimuri visitaría a su hermana almenos una vez cada día que pasaba, debido a que se encontraba viva, pero inconsciente. El chico nunca había perdido la esperanza de que un día volviera a despertar, a sus ojos, el debería estar en esa situación, no ella.
En una de las visitas que había realizado para verificar que su hermana permaneciera con vida, sostendría su mano, y con lágrimas cayendo de sus ojos, pronuncio unas palabras en voz alta.
- Espero que puedas perdonarme por no haberte encontrado antes, quizá si lo hubiera hecho, si tan solo no hubiera dejado que nada te pasará, solo quizá, serías la pequeña niña feliz que siempre quisiste ser... -
A pesar de todo, Taimuri encontraría en su hermana una motivación para seguir adelante, el simple hecho de poder verla en tanto tiempo, hacia que quisiera intentar todo en la medida de lo posible para resguardar su vida, debido a eso, poco a poco perdería la desconfianza que tenía hacia Akui, ya que después de todo parecía que en verdad intentaba proteger lo que la especie humana había creado, y aunque en primera instancia le diera asco que usará a su hermana como si de un objeto se tratase para obtener su apoyo, se pondría en sus zapatos y comprendería que haría lo mismo.
Varios meses pasarían, y debido a que Taimuri nunca había comprendido bien el como fortalecerse de una manera indicada, su compañero de celda, aunque en este caso sería más apropiado decir compañera, con mucha más experiencia que el en combate, se encargaría de ayudarle a realizar sus entrenamientos, al inicio fueron simples combates que finalizaban en el momento en que el joven cerraba una de sus manos para lanzar un puñetazo, la dominancia de aquella chica en un principio era infinitamente superior a cualquier cosa que el chico habría visto en toda su vida, pero poco a poco se empezó a nivelar la capacidad de ambos en el ámbito de los combates, lo que crearía una pequeña relación de rivalidad entre ambos, pero más que todo, se empezaría a formar una amistad.
- Vaya, parece que fue ayer cuando no podía llegar ni a tocarte un pelo, parece que he progresado bastante, ¿No crees? -
- Ciertamente, cada vez se vuelve más interesante enfrentarme contra ti, la última vez que ví un progreso tan abismal en tan corto tiempo fue con una chica de pelo blanco, bastante parecida a ti de hecho -
Al escuchar esas palabras, Taimuri empezaría a sospechar de quién era aquella chica, pero le interesaría informarse sobre aquella persona
- ¿Una chica de pelo blanco? Me interesaría saber más, ¿Que tan fuerte era ella? -
- Bastante fuerte de hecho, en un principio al igual que tú no era un rival destacable, pero en 2 meses fue capaz de llegar a un nivel sobresaliente, incluso llegó a superarme en ocasiones gracias a su rápida deducción, sus estrategias eran cada vez más elaboradas y casi siempre los enfrentamientos eran ganados por ella, fue muy sorprendente si te digo la verdad -
- Ya lo creo, definitivamente alguien de quién hables tan bien al momento de combatir no debió ser una persona cualquiera, ¿pero que pasó con ella? ¿Sigue viviendo en este edificio? -
- Esa parte es un poco complicada, sabes cuál es el fin de todo esto, ¿No? -
- Si, nos entrenan con el fin de derrotar a esos dioses para salvar a la humanidad, almenos eso fue lo que me dijo Akui. -
- Bien, parece que estás enterado, te pregunté debido a que para contarte el resto de la historia, necesitas saber que antes no eran 5 dioses, si no 6 -
- Espera, dices que aquella chica... -
- Lo haz captado, el sexto dios, conocido como frost, llegó a la tierra un 18 de marzo hace 2 años, con el fin de cumplir la tarea de los demás... -
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El resplandor celestial
FantasyLas indeseables circunstancias de la vida de un misterioso joven lo obligan a tomar una decisión apresurada, ayudando a alguien en quien no confía con la esperanza de que aquella persona, le ayude a salvar lo que ha buscado durante tanto tiempo.