La densa nieve que había caído por la avalancha enterraría el cuerpo del joven, causando lo que se podría considerar su muerte, o eso podría parecer a simple vista.
Un tiempo después, concretamente unas semanas, varios relatos sobre un animal desconocido que había causado destrozos cerca de una montaña se extenderían en un pequeño pueblo un tanto alejado de la zona donde se llevó a cabo el anterior enfrentamiento, lo que llamaría la atención de un par de esquimales dispuestos a explorar la zona con el fin de cazar alguna presa que les ayudará a sobrevivir, por lo que se dedicarían a intentar encontrar aquel animal, lamentablemente no lograrían cumplir su objetivo.
- ¿Crees que solo fue un rumor más? - Le comentaría uno de los esquimales a su compañero
- Seguramente si, tendremos que cazar otra presa como siempre... -
Respondería sin mucho entusiasmo el otro esquimal, por lo que empezaría a volver hacia su pueblo, sin embargo, este colocaria su pie sobre una superficie extraña inconscientemente, por lo que junto al otro esquimal presente en el lugar, empezarían a despejar la nieve que se encontraba en esa zona, descubriendo lo que parecía ser un cuerpo humano congelado, el cuerpo de aquel muchacho.Los esquimales no se sorprenderían, sería algo bastante normal en esa zona que gente falleciera siendo congelada por el frío clima, y seguirían charlando entre ellos
- Quizá esta persona haya sido aquel "animal" posiblemente lo mejor sea dejarlo aquí, no tenemos energía suficiente para cargar con un cadáver-
- Después de todo tienes razón, no le demos más vueltas al asunto y vámonos de a- espera un segundo, !MIRA ESO! -
Sin que el esquimal logrará terminar de pronunciar sus palabras, el ojo derecho de el joven empezaría a emanar una especie de brillo de color blanco, cambiando la tonalidad del mismo de un color marrón claro a una totalmente blanca, seguido de eso, el hielo que rodeaba el cuerpo del chico se empezaría a romper, lo que le permitiría al mismo moverse lentamente, cosa que causaría que ambos esquimales se desmayarán por lo impensable que había sido esa situación, el chico de un tamaño alto, con un cabello de color blanco, vistiendo un suéter abierto de color gris, junto a un pantalón largo de un color negro, y unos zapatos deportivos de color gris claro, reaccionaria un poco tarde a la situación, preguntándose qué hacía en el lugar, viendo los cuerpos de ambos esquimales en el piso sin importarle mucho, enfocándose en su objetivo principal corriendo sin rumbo buscando "algo" sin cesar.
El chico a lo lejos podría ver lo que parecía ser una ciudad, observando las luces de los edificios de la misma brillar sin parar.
- Quizá esté en ese lugar, es mejor que nada -
Diría en voz baja el joven decidido a adentrarse en la misma ciudad, llegando rápidamente a la misma gracias a su velocidad de movimiento por encima de la media, teniendo algo de hambre por lo que iría a una tienda a ver como se encontraba el panorama, apenas entrar lograría ver lo que era una bolsa de papitas, por lo que aprovecharía el momento en el que el dueño del local se distrajo para agarrar aquella bolsa y llevarsela sin pagar debido a que no tenía dinero, siendo más fácil de lo que esperaba, por lo que procedería a abrir la bolsa y empezar a comerse las papitas mientras seguía caminando por la ciudad un poco perdido, cruzándose con un edificio más alto que el resto, en el que se encontraban 5 guardias vigilando la entrada del mismo, mientras el chico caminaba medianamente alejado de los guardias con el fin de no meterse en problemas, uno de ellos le comentaría algo a sus compañeros de lo que parecía haberse percatado.
- ¿Aquel tipo no es el espadachín que asesino a Liria? -
- Ahora que lo mencionas, su aspecto es bastante similar, parece que el equipo de investigación ha desperdiciado sus recursos en vano -
los guardias llegarían a una conclusión después de discutir un poco, por lo cual se acercarían al chico que se encontraba sentado en una acera, comiendo sus papitas mientras parecía distraído
- No cabe duda, definitivamente eres tú - diría un guardia
- ¿Disculpa? Creo que me estás confundiendo con otra persona, lo siento - Respondería el joven observando detenidamente a los guardias.
Después de escuchar las palabras del joven, empezarían a intentar convencerlo de ir con ellos, a lo que el chico respondería
- ¿Y por qué quieren que vaya con ustedes? Tengo cosas por hacer -
- No podemos dar detalles, pero necesitamos que vengas con nosotros, es de suma importancia -
- Será de suma importancia para ustedes, ya que por mi parte ni siquiera sé de qué están hablando ni por qué es tan importante, tengo que irme, espero que logren arreglar ese asunto -
Al decir eso, uno de los guardias sostendría la mano del chico mientras se estaba yendo del lugar, deteniendo al mismo en el proceso pronunciando las siguientes palabras
- Te pagaremos si es necesario, pero necesitamos que vengas con nosotros -
- Eso ya es más interesante, bueno, denme el dinero -
- se paciente, te pagaremos 200$ después de que nos ayudes con lo que necesitamos -
- Vale, díganme a dónde ir entonces -
Los guardias procederían a entrar al edificio mientras el joven de pelo blanco los seguía, estos vigilaban que no causará ningún daño, llegando hasta una oficina bastante sofisticada, donde se encontraría una persona particular.
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El resplandor celestial
FantasíaLas indeseables circunstancias de la vida de un misterioso joven lo obligan a tomar una decisión apresurada, ayudando a alguien en quien no confía con la esperanza de que aquella persona, le ayude a salvar lo que ha buscado durante tanto tiempo.