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500 años d.c
DINASTÍA SILLA
Una dinastía poderosa que dominaba la península coreana, gobernada por Kim Sunjong, un hombre extremadamente agresivo con sus enemigos, pero que amaba con locura a su esposa y su pequeña hija, quién había llegado al mundo para enorgullecer a Corea del Sur.
16 años después, la dinastía Silla, fue invadida por Japón, Kim no podía hacer nada, poco les faltaba para que el enemigo acabara con ellos, hasta que...
— Iré yo — un pálido jovencito se levantó entre la multitud, causando asombro en los presentes.
— ¿Podrás vencerlos? — desconfiaba mucho de ese niño, pero lo dejó ir.
Al final terminó sorprendido, pues la estrategia del joven hizo que Corea termine acabando con la invasión Japonesa y desde ese momento; el joven Min se volvió su mejor y más fuerte guerrero, pero sobretodo su mano derecha, un hombre que podía pasearse por el palacio cuando quiera, un hombre que jamás traicionaría su confianza ¿Verdad?
Sus principios quedaron en el olvido cuando, una noche, fue llamado a cenar y en la mesa se encontró con la hija del emperador, una castañita preciosa, cachetitos regordetes, sin pensarlo; se enamoró de la chica y ella también se enamoró del chico pálido.
Pero ... Alguien como Kim Sunjong, jamás aceptaría tal cosa.
Bien dicen que el amor no entiende de razones, así que, las clases sociales las mandaron al carajo, cuando ambos chicos decidieron ser novios a escondidas de todo el reino, pero no todo se puede mantener oculto por mucho tiempo.
— Sales con la hija del emperador ¿no es cierto? — le había preguntado aquel adivino, lo cual lo puso muy nervioso.
— Así es, ¿Hay algún problema? — decidió ser valiente — Pediré su mano mañana mismo.
— Aléjate de esa muchacha — habló el contrario — Su padre jamás te aceptaría.
— Eso lo veremos.
Esa noche, los amantes se vieron a escondidas nuevamente.
Esa noche, los amantes se entregaron a la pasión de sus cuerpos.
Esa noche, los amantes sellaron el trato de enfrentarse al emperador.
Esa noche, fue la última para el guerrero y la princesa.
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