𝐅𝐎𝐎𝐓𝐌𝐀𝐍 | ʏᴏᴏɴɴɪᴇ

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Ella ha llorado todo ese tiempo, incluso, ha tratado de hablar con su padre para pedirle que traiga de vuelta al hombre que amaba, pero era inútil.

Su padre jamás aceptaría esa relación.

Unos dos meses después, los vómitos y desmayos se hicieron presentes en la joven, cuando los padres llamaron al doctor, este les dió una noticia terrible para ellos, su hija, su pequeña niña, estaba embarazada.

El emperador no lo pensó mucho y decidió hacer el acto más horrible en contra de su hija; encerrarla en el sótano de la casa de las monjas.

La princesa tuvo que traer a un niño sola y sin nadie, un niño que le fue quitado en cuanto nació y por órdenes de su padre, debía quedarse en el sótano.

Por otro lado, Min luego de su sublevación, había dividido al pueblo, y fueron muchos los que lo apoyaron, hizo un imperio muy grande, dominando la península contraria.

Fue allí donde se desató el odio entre la dinastía Silla y la recién formado, dinastía Min, una guerra que llevaron por años.

Cuando Sunjong se encontraba en su lecho de muerte, le confesó a su hijo menor, el secreto que escondía hace muchos años, pero también le cedió el poder de la dinastía bajo un único trato, destruir para siempre al guerrero traidor.

Ese fue lo que le encomendó a su hijo; Kim Taehyung, el futuro emperador de la dinastía Silla.

Los días pasaron y como siempre las dinastías se seguían atacando.

Taehyung había ofrecido mucho dinero al hombre que traiga al guerrero hasta sus pies.

Un día eso lo logró; Jungkook logró traer a Min hasta el palacio de su señor.

Todo había sucedido la última noche, donde los Min celebraban una nueva victoria frente a sus enemigos, esa noche Jeon llegó hasta la península contraria, fingiendo haber sido exiliado de la dinastía Silla y pidiendo refugio.

Él hizo que todos se emborracharan y ya llegada la media noche, todos los hombres de Taehyung entraron por la fuerza, matando y extinguiendo a todos los sublevados, dejando vivo y amarrado al guerrero.

— Por fin, estamos cara a cara querido Min — habló Taehyung con superioridad — siempre me dijeron que eras listo, pero ya veo que me engañaron.

El hombre yacía ensangrentado, luego de haber recibido sendos golpes en el rostro.

— Dime que castigo te gusta más ¿La guillotina o la hoguera? — otro golpe fue a dar a su rostro ya ensangrentado.

— Perdóneme la vida, señor — dijo en un susurro.

— ¿Crees que todo se soluciona con el perdón?

Pero, todo fue frenado por un niño de aproximadamente 16 años.

— Emperador, por favor, ayude a mi madre — dijo de rodillas frente — Ella está en el sótano donde vivo, por favor.

Taehyung no parecía inmutarse, sin embargo, recordó lo dicho por su padre, antes de morir.

Su hermana, su padre le confesó que su hermana vivía en el sótano.

— ¿¡Ella!? — dijo y la monja que acompañó al pequeño, asintió — ¡Vayan a sacarla de ese lugar!

Min lo entendió también, su princesa estaba viva, pero la princesa había sufrido mucho, sobre todo, la princesa le había dado un hijo.