Six times i fell in love with you || Sellen [Cravity]

Prólogo

"Poder disfrutar de los recuerdos de la vida es vivir dos veces"

—Marco Valerio Marcial

Los martes eran días normales en donde Allen haría lo mismo de siempre: levantarse, comer algo de desayuno, hacer un poco de ejercicio para perder peso, ir a clases de canto, practicar baile, quedarse componiendo en sus ratos libres, ¡oh! También pasaría sus almuerzos o ratos en la tienda de conveniencia con sus demás amigos trainees, pero ahora se encontraba en una cafetería tomando un café y comiendo un postre.

Desde que había dejado JYP, las cosas se sentía fuera de lugar, en especial para una persona que disfrutaba de tener las cosas organizadas y su rutina establecida para su propia comodidad. Estaba viviendo en casa con unos amigos y estaba pensando en conseguir un empleo.

Aun recuerda como si hubieran pasado horas cuando un directivo de la compañía entró a la sala de prácticas y con voz fría dijo: «No debutarán en el nuevo grupo, pero como son activos de la compañía buscaremos formas u oportunidades para su futuro»

Después de lo vivido en esa sala y su posterior salida de la empresa, había perdido el contacto con algunos trainees, quienes aun estaban afectados por sucedido. Decir que se sentía solo era un eufemismo, algunos de ellos incluso se habían desligado de todo y decidieron vivir una vida lejos de la industria.

Le habían mandado un mensaje, la persona que lo había contactado pertenecía una de las agencias más grande del entretenimiento coreano. Tenía un poco de haber debutado, pero cuando en medio de una conversación por mensajes le compartió sus inseguridades, lo citó en esa cafetería.

Allen estaba pendiente de su celular, en especial para ver la hora. Toda concentración desapareció hasta que una persona se acercó a su mesa, vestía completamente de negro, desde el bucket hat hasta los tenis que usaba.

Se quitó la mascarilla y se sentó en la mesa.

—¿Esperaste mucho tiempo? —preguntó Chan sentándose con un café en sus manos.

Allen dejó el postre a un lado y se acomodó en su silla.

—No, llevo solo unos minutos —respondió con simpleza—. ¿No estabas muy ocupado? Realmente no quiero que pierdas tiempo.

Chan soltó un suspiro y mostró esa sonrisa cuadrada que hacía a veces.

—Y como ya te he dicho, no me estás quitando tiempo, dentro de unas dos horas tengo que ir a grabar algo, pero podamos hablar unos minutos —la sonrisa del australiano era reconfortante.

—Felicidades por el debut, ya te lo había dicho, pero quería decírtelo en persona.

Chan bebió de su café e hizo una pequeña reverencia.

—Gracias, los chicos siguen muy nerviosos, ninguno de ellos se cree lo que está pasando —Chan cuidó sus palabras pero lo que decía era honesto—. Sé que lograrás debutar, Allen.