0

7 1 0
                                    

Fin.

Fin de la historia que construimos y que tú decidiste romper sin compasión.

Es hora de que la felicidad florezca en el interior de mi corazón, porque me lo merezco.

Dos meses ya han pasado desde que quisiste retirarte de mi vida, y no te culpo, estás en todo tu derecho. Pero tú estás feliz viviendo tu mejor vida, ¿y yo?, yo estaba aquí desperdiciando mi tiempo llorándole a alguien que hacía que viera borroso con los pensamientos culpables y un nudo en la garganta que hacía que poco a poco me ahogara en cosas que no eran.

Con el tiempo, de los días, las semanas, y los meses, me he podido dar cuenta de a quién le importaba de verdad y a quién sólo, le importaba él mismo.

¿Y sabes qué? Tú fuiste la primera persona en la que pensé cuando me fijaba en quién realmente no era importante para.

Pero tranquilo, no eres el único, no eres el único al que le puedo echar leña al fuego con argumentos realmente creíbles y verdaderos que hacen que yo tenga la razón.

¿Quieres que comience?

Dijiste que yo te iba a cambiar y mentiste como si de mis propias palabras hubiera sacado que no me importabas. Pero sabes que eso nunca pasó y nunca iba a pasar.

Pero ese no es el caso ahora, ya no importa, ya no me importas. Y cada vez me preocupo menos de ti, no te voy a mentir.

Es mi momento para empezar a centrarme en mí y dejarte atrás como tú hiciste conmigo. A partir de hoy, del ahora, de ya, voy estar para mi, porque si nadie va a preocuparse, prefiero fijarme en lo que a mi me importa, que ahora mismo soy yo.

A flor de pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora