A flor de piel

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Este es un nuevo comienzo para, lo que para ti sigue siendo hace más de dos meses, pero eso no me importa.

Después de que te alejaras he podido sobrellevar muchas cosas desde ahí en adelante y sigo trabajado por mi felicidad y para mirarme en el espejo sin sentirme culpable.

Pude estar más tranquila cuando podía mirar a través del espejo mi cuerpo sin sentirme insegura, ahora cada vez que pienso en ello no me alegra, solo me calma el saber que estoy a gusto. 

Mi relación conmigo misma a vez mejora, y otras, solo empeora, como una montaña rusa en bucle. Incluso se puede quedar abajo por unos días hasta que sube, y después, caída libre. Sin más. Caídas sin seguridad, que me remontan a los viejos tiempos. Pero ya no lloro, solo me quedo sin fuerzas ni ganas de hacer nada, siquiera me apetece respirar.

Respirar.

¿Qué pasaría si al dejar de respirar me sintiera mucho mejor que inhalando partículas del aire?¿Quizá me gustaría dejarlo todo? Sentirme bien es lo que quiero, pero, ¿morir? ¿Morir es la solución de algo? ¿Solucionaría mi dolor?

Dejar de respirar.

Suena como una cosa extraña que en un cierto punto puede matarte, puede matar. Tener la capacidad de matar es tan fácil pero a veces es tan doloroso. Tan doloroso que ni puedo imaginarlo. Pero, ¿sería tan doloroso como lo que tengo que sufrir casi todos los días?