CAPÍTULO III

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-¡Tienes que pujar, pequeño, vamos!-Gritó el doctor que lo atendía.

Jimin se sentía ido. El dolor era terrible e incomparable. El omega trató de obedecer, pero se sentía con nada de fuerzas. Quería solo dormirse. Que todo acabara.

-¡Vamos, por tu bebé! ¡Solo un poco más! ¡No te rindas!

Jimin entre sollozos obedeció. Pujó con todas sus fuerzas soltando un grito adolorido. Pujó una, dos, tres... respiró y nuevamente. Cuando sentía que ya no podía seguir entonces sintió algo siendo expulsado de su cuerpo, algo pesado.

Jimin se dejó caer en la camilla y entonces un llanto ensordecedor llenó la habitación.

-¡Es un niño!-Exclamó el doctor sonriente.

El pequeño omega recién convertido en madre no pudo seguir despierto luego de aquel parto tan complicado, desmayándose sin fuerzas en aquella sala de partos a donde había sido ingresado de emergencias luego de haber roto fuente de repente por culpa de ese alfa malévolo que pese a estar ya encerrado le seguía haciendo tanto daño.

-Es un bebé saludable... un poco pequeño pero saludable...-escuchó la voz del doctor que le había atendido.-No puedo decir lo mismo de esta mamá... está muy débil...

-¿Pero no es nada grave, verdad?-La voz de Seokjin se hizo eco en el lugar.

No hubo respuesta. Jimin no recordaba si en ese momento decidió dormirse de nuevo o si no quisieron continuar con la conversación en frente suyo. No lo sabía. Solo sabía que luego se había dormido profundamente y no había despertado hasta una semana después, aturdido y asustado.

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-¿Jimin?

El omega reaccionó con el llamado de su nombre por parte del profesor de educación física.

-¿Estás bien?-Preguntó el hombre tratando de lucir amigable aunque su porte grueso y cara de pocos amigos no lo dejaba del todo.

-Yo... perdone, me distraje...-susurró el pequeño omega avergonzado.

-No pasa nada, no soy como los otros que te reprenderían, eso lo dejo para los de las aulas.-Río.-En fin, me comentan que estás con descanso médico, ¿es cierto?

Jimin se encogió de hombros y asintió.

-Veamos... ¿te parece si me ayudas a repartir chalecos, recolectar las bolas y tomar la lista de asistencia? Tendrás que hacerle anotaciones de su desempeño en clase y eso. Realmente me ayudarías, odio escribir.

-Sí, profesor.-Contestó el omega.-Amo escribir.-Sonrió.

El hombre se rió y le entregó la lista junto a un bolígrafo.

Pronto todos sus compañeros del salón de clase se alinearon y empezaron a realizar los ejercicios que el profesor les fue indicando. Algunos lucían aburridos, otros completamente perdidos, y algunos como su compañero de carpeta entusiasmados y con mucha energía. En los últimos días desde el primer día de clase no habían hablado mucho más que para saludarse o preguntarse alguna indicación que la profesora señaló ( bueno, generalmente siempre era el alfa el que realizaba preguntas por andar distraído con sus videojuegos bajo la mesa). Jimin había aprendido que el alfa era muy popular en la escuela, sobre todo, con los omegas. No parecía un muchacho que vivía por y para los demás. De hecho, solo se juntaba con un grupo determinado y rechazaba salir a fiestas o ir a reuniones, pero su popularidad era grande debido a que era la mano derecha del capitán del equipo de fútbol, Namjoon.

My little SunshineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora