Pocas eran las veces que Christopher había amanecido con una chica. Su regla principal siempre había sido nada de abrazos, nada de caricias, nada de ternura después del sexo.
Era el mejor en la cama, de eso no había duda y si había alguien que podía convertirse en un verdadero Superhéroe mientras se encontraba sin ropa ese era Chris Evans. Por su sangre corría la ardiente sensualidad de un
hombre que estudiaba a las mujeres de una manera detallista como si se tratara de una ciencia.
Buscaba siempre sus puntos débiles, las mejores formas de hacerlas correrse de una manera increible pero, aunque era uno de los mejores en la cama, siempre como todo superhéroe tenía una debilidad de un punto débil. Para él siempre había sido el amor, algo con lo que no sabía manejarse en lo absoluto, perdía por completo la razón cuando sentía que estaba acercandose sentimentalmente de una manera muy estrecha con alguna mujer.
Esto lo hacía descontrolarse totalmente y terminaba o llendose para no enfrentar a este enemigo que siempre terminaba derrotando.
Desde muy joven, Chris siempre había sido un chico enamoradizo, su corazón permanecía constantemente abierto a nuevas posibilidades, a nuevas experiencias, pero su aspecto poco agraciado,cuerpo delgado, y de altura alta,siempre lo habían hecho ser víctima del engaño de las chicas. Era el más inteligente de su clase, y eso lo convertía en el objeto de atención de algunas aprovechadas que trataban de sacar partido del talento y la inteligencia de este joven.
La falta de experiencia y malicia en su personalidad lo hacían sucumbir rápidamente ante los encantos y el aroma de alguna chica linda. Rápidamente les prestaba su ayuda sin ningún tipo de interés, no pedía nada a cambio, pero se ilusionaba con rapidez y siempre terminaba con el corazón roto. Cada una de estas experiencias que se fueron sumando en la vida de Chris, fueron construyendo un concepto completamente distorsionado del amor y los verdaderos sentimientos que podían crecer entre dos seres humanos. Para él, era mucho más sencillo compartir con alguien sin ningún tipo de responsabilidad, sin compromisos, ir a la cama, pasar un buen rato, fumar un cigarrillo y salir huyendo por la ventana sin dar demasiadas explicaciones. Nunca podía repetir con una mujer, de
esto ni siquiera podía haber negociaciones, el hecho de volver a la cama con alguien significaba a mayores probabilidades de que se creara una relación, así que el perfecto chico de amante del sexo, era como una especie de vengador que lo único que podía proveer era darle placer a sus acompañantes.
Pero luego dejarlas exhaustas y completamente cansadas en
gusto, desaparecía para seguir dando placer en diferente oportunidad de conocer sus talentos a otra chica diferente. Pero aquella mañana, mientras Chris se encuentra completamente dormido, su principal regla, la cual nos mantiene firme, estable y segura emocionalmente, había sido completamente rota. Había amanecido en los brazos de Chloe quien estaba absolutamente rendida con su cabeza reposando en su pecho Esta era una de esas pequeñas situaciones insignificantes que
rápidamente se convertían en un verdadero dolor de cabeza de cualquier hombre. Todo había iniciado como una simple conversación en un bar, posteriormente, habían salido en un par de oportunidades, ya que, la primera noche aquella mujer no había querido abrir las piernas.
Chris no podía rendirse con facilidad, así que trataba constantemente de crear la ilusión de que estaba más interesado en ella de lo que esta creía. Su verdadera intención era encontrarse entre sus piernas, rebotar contra ella durante toda una noche y hacer un poco de cardio mientras la hacía gritar de placer. Una vez que consiguiera esto, nunca más volvería a verla, de eso estaba absolutamente seguro. Pero sus constantes intentos por llevar a la cama a Chloe habían terminado en múltiples salidas que habían
permitido que este hombre conociera algo más profundo de aquella mujer.
Había una faceta de ella que le fascinaba, le agradaba estar
a su lado, y pasó de ser un simple vengador del placer hacer un hombre que se interesaba en una chica común. El único detalle es que Chloe estaba comprometida. La había conocido durante la celebración de su despedida de soltera, mientras iba acompañada de algunas amigas. La vio en la barra, le sonrió y esta quedó absolutamente perdida por él. Su futuro esposo era un importante empresario de gran renombre, con una reputación e impecable y quien se había encargado de mostrar a la chica en todas las páginas de sociales que podía.
Chloe era una mujer espectacular, con un cuerpo delgado, pechos naturales que solía exhibir constantemente en perfectos escotes que hacían poner duro a cualquier hombre. Chris había sido una de estas víctimas que había quedado completamente cautivado por la perfección anatómica que mostraba está divina dama. Ella tampoco había podido evitar quedar cautivada con este hombre, un chico misterioso que se encontraba completamente solitario en la barra sujetando aquel vaso de cristal a punto de llevarlo a su boca.
Era lindo, con una sonrisa llena de picardía y una mirada profunda que la había escaneado por completo sin ningún tipo de vergüenza. Chris se inclinó para visualizar a la víctima desde la punta de sus pies hasta sus ojos, quedando completamente seguro de que esta era la próxima opción para aquella noche. Después de que estrecharon sus manos, habían quedado absolutamente atrapados el uno en el otro, no había forma de separarlos y lo que había sido una celebración de despedida de soltera especialmente para Chloe, se había convertido en la primera oportunidad que había tenido esa pareja para conocerse.
Desde aquella noche, todo había comenzado avanzar de una manera rápida, ninguno de los dos había planeado acercarse en la vida del otro, pero mientras mentían, para tratar de salir del apuro, sentían que no tenían posibilidades de escapar. Chloe se había convertido en una invasora de su realidad, tenía una pareja que respetar y una vida por construir, pero no había tenido valor para dar los pasos hacia esa vida que esperaba por ella.
Ella sólo se había retrasado el día de la boda una y otra vez sin ninguna razón.
En algunas oportunidades simplemente no le gustaba realmente el vestido, en otras, trataba de ubicar el lugar perfecto, y en otras, la lista de invitados sería modificada una y otra vez. Su futuro esposo estaba a punto del colapso, ya no quería seguir esperando por ella y lo único que deseaba era contraer matrimonio con aquella perfección de mujer. Pero la decisión está en las manos de Chloe y esta no terminaba de decidirse si realmente este sujeto y sus millones eran la opción adecuada o tenía que optar por aquel curioso hombre de 29 años que había encontrado de manera aleatoria en un bar de la ciudad de San Francisco. Se habían conocido juntos los lugares más emblemáticos de la ciudad, la joven se había convertido en toda una experta para sacar el tiempo y escaparse junto a Chris, algo que lo hacía sentir completamente especial y seguro de que tarde o temprano conseguiría que esta chica rompiera con este compromiso. Pero Chris se cuestionaba realmente si esto era lo que estaba buscando, ya que no le parecía justo destruir una relación y cambiar la vida y los planes de Chloe para un juego.
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One Shots de Chris Evans
Romance#chrisevans #oneshots #cevans Está es una historia dedicado a todos los personajes de Chris Evans adentrate e imagínate ser esa personaje que vive, disfruta estar con algún personaje o con el mismísimo Chris 😍😜💝