Despídete bienUna vez llegaron a la hacienda, los hombres se aseguraron de permanecer avivados hasta que su patrón estuviera bajo la seguridad de su techo, Jeon tomó su sombrero y se lo colocó antes de bajarse de la troca, le dio un asentimiento cómo despedida al mercenario antes de cerrar la puerta de sopetón y adentrarse al interior de su hacienda dando la orden directa de revisar los alrededores una vez las trocas dieran marcha atrás para regresar a Los Mochis.
No quería llevarse ningún descontento esa noche con problemas innecesarios, quería pasar un buen rato con su familia y esposo durante la cena, aquella en la que se juntaba la familia para pistear, cotorrear y disfrutar los platillos que preparaban su madre y su abuela en cada reunión familiar, esas mujeres tenían una sazón bendecida por el mismísimo Dios, tanto que nadie se podía aguantar las ganas de picotear la comida antes de tiempo, y pobre desgraciado del que lo hiciera, solo conseguiría ser golpeado por la cuchara de madera de su abuela y un tirón de orejas de su madre antes de meterse el bocado a la boca.
El Don lo había aprendido a las malas desde su niñez en el rancho y no tenía planeado reavivar traumas del pasado. Por ello prefería entretener su boca con alcohol, las cubas y los chupitos de tequila siempre eran su carta bajo el sombrero para aminorar el hambre inmunda que lo azotaba.
Camino por el pasillo extenso de la hacienda, sus botas sonando con cada pisada que daba y su pistola bien enfundada en la cinturilla del pantalón, cómo de costumbre. A pesar de la serenidad que emanaba con su andar realmente se encontraba desesperado por tener a su esposo en brazos, ignoró el ruido y estruendos que provenían del patio trasero de la hacienda sin ningún pedo, su mira estaba en llegar a la entrada de la casa principal dónde encontraría a Taehyung esperando por él, con el teléfono en mano y una expresión intranquila en su rostro.
Odiaba ser el cabrón que le provocaba aquella inquietud a su esposo pero era un puto capo del narco, no tenía demasiadas opciones por delante, tenía que cuidar sus negocios y su imagen respetable cómo Don del cartel más importante y peligroso del país, no podía darse el lujo de verse débil ni por mínimo que fuera, tomarían aquello cómo ventaja para tratar de tumbarlo del mercado y hundirlo hasta los rincones más bajos del narcotráfico. El tenía que mantener la vara alta y darle puro para delante, prefería tener a su esposo preocupado y protegido en casa antes de exponerlo a sufrir algún daño colateral por su jale.
Cuando dobló el pilar para avistar la entrada, no pasaron ni diez segundos antes de sentir el cuerpo de su esposo trepando sobre el suyo, abrazó la cadera del pelirrojo para sostenerlo contra su abdomen y se permitió disfrutar su bienvenida calurosa, besando el hombro cubierto de Taehyung con cariño. Mientras el contrario se aferraba a su cuello y aspiraba el olor distintivo de su marido, llenando sus pulmones y apaciguando la inquietud que había estado soportando toda la noche.
—Pensé que algo malo había pasado cuando no llegaste a la hora que acordamos.—Susurró contra su piel.
—Surgió un problemilla con la ruta habitual, tuvimos que desviarnos por la carretera principal por precaución.—Mencionó el azabache.—Me apendeje bien cabrón y se me olvidó llamar para avisarte, cariño.
Taehyung proceso las palabras del contrario antes de encarar a su marido, le quito la tejana manteniéndola en su mano para poder tener acceso al rostro ajeno y poder observar con atención cada detalle de este mismo asegurándose que no había rastro de mentira o duda plasmada en sus facciones, sentía que no le estaba contando todo el arguende en su regreso a la hacienda, pero lo dejaría pasar por el momento, habría tiempo para hablarlo mañana temprano, ahora sólo se haría el de la vista gorda y disfrutaría de la cena familiar y de su marido.
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𝐃𝐎𝐍 𝐉𝐄𝐎𝐍 ©
Fanfiction❝Don Jeon es el narco más buscado, temido y respetado del país, nadie se atreve a mencionar siquiera su nombre sin temer por su propia vida, nadie más que su esposo.❞ Todos los derechos reservados para la autora original. No copias o adaptaciones.