𝐃𝐎𝐍 𝐉𝐄𝐎𝐍 ©

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Cena familiar

Cuando la pareja llegó al jardín trasero, fue recibida por la madre del capo, quien los apachurro entre sus brazos con cariño para después ofrecerles un chupito de tequila junto con un par de limones para entretener la boca en lo que terminaba de terminar algunos últimos detalles con la comida, poco después se marchó hacia algún lugar, ambos hombres sin discutir se tomaron el shot de una para ambientarse,

Taehyung hizo una mueca cuando el sabor inundó su paladar, él no era mucho de beber alcohol pero definitivamente el tequila era lo más suave que podía beber, tomando en cuenta que el resto de la familia tendía a tomar cosas más fuertes—tales como el mezcal o el whisky—, las cuales no eran del completo agrado del pelirrojo muy diferente a su marido quien disfrutaba de tragos fuertes, por lo que el azabache se lo bebió sin mayor problema.

Él pelirrojo chupó la rebanada de limón para aliviar el rastro del alcohol, colocándolo en su vasito una vez terminó.

—Jamás voy a acostumbrarme al tequila, ugh.—Farfulló Taehyung por lo bajo, entregándole su vaso al azabache, quien lo recibió para ponerlo sobre una pequeña barra.

Una ligera risa salió del capo, antes de tirar de su esposo para sentarse en lo mientras empezaba la cena de manera definitiva.

—Siempre dices lo mismo y te lo sigues tomando, mi amor.—Mencionó el Don.

—Tú santa madre es la culpable, me mira con esos ojos de "No me dejes con la mano extendida o verás" y así no puedo negarme.—Lloriqueó el contrario, jalando una silla para sentarse.

Jeon soltó una carcajada incrédula mientras se sentaba al par del pelirrojo, retirando su tejana para colocarla en él respaldar de la silla. Taehyung bufó, cruzándose de brazos completamente indignado con su marido. El capo por su parte apaciguó su risa, suspirando ruidosamente una vez se tranquilizó.

—¿Estamos hablando de la misma mujer?—Pregunto burlón el azabache.—La misma que te pone por encima de su propio hijo y te malcría cómo un chiquillo consentido, ¿esa misma, sería capaz de algo así?

—Uno nunca sabe, realmente adoro a mi suegra pero ella tiene un amor de cuidado.—Musitó bajito el pelirrojo.—La otra vez, le metió un chanclazo a tu tío por haber perdido una vaporera que le prestó.

Jungkook enarcó una ceja, conteniendo la profunda carcajada que quería salir de su garganta al imaginar la situación. Definitivamente nadie debía tocar las cosas de su madre, ella era muy quisquillosa con sus pertenencias y con cualquier mínimo detalle se daría cuenta, no importa si era una sola servilleta de las cientos que tenía o una hoja de papel fuera de lugar. Todos lo sabían, lo habían aprendido por las malas.

—Sabes cómo es mamá con sus cosas, romper la regla sagrada trae consecuencias y hay que asumirlas con los pantalones bien puestos.

Taehyung desvió su mirada hasta su suegra, viéndola hablar cariñosamente con su pequeña sobrina, y de verdad, se cuestionó si era la misma mujer que le había dejado marcado su zapato en la cara al tío Sehun. El pobre se había aguantado el golpe y después se había puesto a comer apachurrado cuando Soorin le ofreció un plato de enchiladas recién hecho. Aunque de cierta manera también le hacía gracia la situación.

—Recuérdame no molestar a tú madre, quiero evitar correr la misma suerte que el tío Sehun.—Mencionó con una ligera risita Taehyung.