Capítulo VI: Deja Vu

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Durante semanas, Harry no sacó de su cabeza a Louis, a pesar de todo, no podía evitar pensar en la realidad de lo sucedido, sin embargo, no quería tachar a su padre de mentiroso, lo «amaba»; él a Harry no. Cuando la duda lo hizo decaer, se decidió por volver a la caverna, así, día tras día pasaron dos semanas más en las que el castaño siquiera se acercó al lugar. Louis pensaba en que el rizado quería causar daño en él, se había decidido por nunca volver a la caverna...hasta cierto día, Louis se encontró rodeado por más de diez fuertes hechiceros de Suçlu, toda su tropa había sido asesinada, tras su espalda había un gran tronco y aunque para Louis sería fácil deshacerse de los hechiceros, esto no era posible porque sus extremidades estaban congeladas junto al gran árbol tras de sí.

Dos hechiceros se acercaron a él con una daga de hielo a punto de herirlo. Levantaron su camisa y sin pensarlo, marcaron el símbolo de Suçlu en su costado, el grito fue escuchado a metros, la fuerza fue tal que bastó para romper el hielo que lo ataba, sin embargo, no fue suficiente para evitar que los hechiceros lo golpearan hasta casi dejarlo inconsciente.

—¿Este es el príncipe patético?

—Se ve como un vagabundo.

Los hombres se carcajeaban mientras Louis escuchaba su humillación.

A su cuerpo llegó la ira, con mucho dolor logró enterrar sus dedos en la tierra y con las pocas fuerzas que le quedaban susurró entrecortado—C-crystallum filla—Y del suelo salieron cristales de turmalina en forma de aguja que atravesaron a cada uno de los hechiceros desde su parte inferior hasta la nuca. La sangre salpicó en su rostro, un poco aterrado y con debilidad se adentró en el bosque, el único lugar donde podría descansar sería en su caverna. Al entrar, como era costumbre el lugar se iluminó con mil colores, en ese momento se llevó una gran sorpresa cuando observó el interior, El rizado estaba allí sentado, sintió gran temor cuando al darse la vuelta escuchó un fuerte estruendo y observó la entrada sellarse con hielo, luego una voz profunda salió desde los adentros:

—Louis...por favor, no huyas más de mí—Suplicó el rizado dándole la espalda.

El castaño no respondió, y solo se recostó en el frío suelo, hasta ahora Harry no había visto el estado de Louis.

Cuando al fin se dio la vuelta observó al castaño malherido, con su ropa bañada en sangre y a su vez, su boca manchada de saliva mezclada con el espeso líquido rojo que escurría de ella.

Harry se quedó paralizado, luego se acercó a él:

—¿Qué te sucedió?—Preguntó algo preocupado mientras intentaba mostrar desinterés sin éxito.

Ambos tuvieron un deja vu.

—Esto me recuerda a cuando caí por un barranco y luego me...—Se detuvo en seco—Olvídalo, no es momento.

De repente Harry reaccionó y sacó de su cinturón una poción—Tui gratia lovis, gratia sit cura—Pronunció y la bebida se iluminó.

Con delicadeza se puso de rodillas en el suelo y dio de beber a Louis casi obligado, pues el castaño no quería recibir nada de él.

Segundos después las heridas comenzaron a sanar y su cuerpo se comenzó a recomponer.

—Harry, no sé a qué estás jugando conmigo, hace unas semanas me querías matar, luego me manipulabas y hoy ayudas a sanar mis heridas.

—Hace tres años limpié tu suciedad y hoy...—suspiró entrecortado—Debo hacerlo de nuevo.

Louis luchaba por no caer ante él, podría significar que algo malo sucedería, su corazón no paraba de latir acelerado y en sus mejillas no desaparecía el tono rojizo, el ojiazul tenía miedo de ser agredido.

Hechizo De Amor || L.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora