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Por fin, la mudanza estaba terminada, después de varios días de locura con cajas para arriba y cajas para abajo estaba en mi nueva casa, una casa separada de la ciudad, en la montaña, no estaba muy separada del centro pero era justo lo que necesitaba. Me levanté pronto para aprovechar el día, cuando abrí el móvil tenía varios mensajes de mis amigas.

- Oye Vaneee, habrá que celebrar la nueva adquisición no??

- ¿Qué os parece esta noche a las 22:00 en el bar nuevo que han abierto en mi zona?

-Perfecto!! Ya tenemos plan, nos vemos esta noche

Habían organizado una cena y yo me acababa de enterar, tenía mucho trabajo por delante, pero no me lo pensé mucho y respondí:

-Allí nos vemos chicas!! Sois unas liantas.

Debido a este plan de última hora decidí comenzar con el trabajo, así me daría tiempo a llegar a la cena.

A las 20:00 terminé todo el trabajo acumulado, y comencé a vestirme y prepararme, era una noche especial así que opte por unos pantalones de cuero, unos botines de tacón negros, una camiseta lencera blanca y mi chaqueta vaquera preferida. A las 21:45, Patri estaba esperándome en la puerta para llevarme al lugar dónde habíamos quedado puesto que yo tenía pensado beber. Llegamos puntuales y nos sentamos a comer, la cena transcurrió tranquila, como era un bar nuevo no había mucha gente y la que había no me di ni cuenta de que estaba ahí.

La puerta se abrió varias veces, no le di importancia a ninguna de ellas, excepto una, la última vez que se abrió la sala se iluminó por completo, o esa sensación tuve yo. Por la puerta entró una mujer, con un vestido blanco y tacones negros, su mirada me llenó de vida al instante, ella no se fijó en mí, pero yo solo hice que fijarme en ella desde entonces.

Mis amigas me regresaron al mundo real:

-Vanesa, ¿qué te pasa?- preguntó Ana

- Si hija, parece que has visto un muerto- incluyó Marta

-Nada, nada, ¿pedimos una copa?- la realidad era que yo solo pensaba en esa chica, me resultaba familiar, muy familiar y quería ir a preguntarle, pero para ello necesitaba esa copa.

El camarero nos sirvió una copa a cada una, menos a Patri, ella siempre optaba por una coca-cola. Pronto comenzó la fiesta, y allí estaba ella, bailando, iluminando la pista, o más bien, mi pista. Empecé a bailar, arrimándome a propósito a su grupo y haciendo que mis amigas vinieran también.

Cuando me di cuenta la tenía detrás, en ese momento, sentí la necesidad de girarme y hablarle por primera vez:

- Hola, tu eres Mónica Carrillo, la de Antena 3, no?-rompí el hielo.

-La misma, pero lo importante es que Vanesa Martín me está hablando, no me lo creo

-¿ Bueno y que celebráis vosotros un viernes noche?- pregunté para no finalizar la conversación que más me había importado en mucho tiempo.

-Pues realmente no lo se, no siento que tenga nada que celebrar, pero me han dicho de salir y he decidido venir y que buena elección la mía- me respondió algo triste.

-Bueno podemos hablar todo el tiempo del mundo, yo encantada- respondí un poco arriesgada, deseando que comenzara a hablarme de ella y su vida cuanto antes.

la suerte de mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora