la suerte de mi vida.

2

Cada vez que giraba la cabeza allí la veía, era preciosa y solo tenía ganas de ir a estar con ella. Pronto Ana me lo notó:

-Vanesa, te pasa algo, a las demás las engañas, pero a mi no.

Yo estaba mirándola a ella, como durante toda la noche, estaba embobada.

-VANESA!!

- Dime, dime- reaccioné después de un rato

- Que que te pasa, estas ausente- Ana rápido se dio cuenta de que era por Mónica, que era ella la que me tenía en ese estado de trance del que casi ni ella supo sacarme- Vane, si no te acercas a hablar con ella no vas a conseguir nada. Anda ve y haz que baile contigo.

La miré y afirme con la cabeza, acto seguido, fui hacia ella con actitud decidida, aunque en el fondo me temblaban las piernas. Los 5 segundos que tarde e llegar hasta ella se me hicieron eternos, pensé en que decirla cuando llegara y finalmente:

- Oye periodista, que pasa, ¿no me vas a invitar a una copa?- que tonta, porque le había dicho eso y además de una manera tan decidida, que iba a pensar de mi..

- A la mejor artista de España la invito a lo que haga falta, y si está así de guapa mas- y me guiñó un ojo.

Narra Mónica

Llevaba varios días de bajón, así que cuando mis amigos me dijeron de salir dije que si para animarme un poco.

Cuando llegué al bar y abrí la puerta, la luz se me apagó para mí, y lo único que brillaba en el salón era una morena, con camiseta blanca en una mesa. Lo dejé pasar e intenté disimular.

A medida que transcurrió la noche, vi como la mismísima Vanesa Martin intentaba acercarse a mi, pero yo no era capaz de hacer lo mismo, siempre he sido muy tímida en ese ámbito. Después de que se lo pensara durante un rato, vino a hablar conmigo, no voy a negar que me despertó mariposas, me puse nerviosa y después de una breve conversación con ella, se fue, aunque no dejó de mirarme durante los siguientes 50 minutos.

En ese tiempo, por mi cabeza pasaron miles de cosas, que me estaba pasando, ¿por qué no podía parar de pensar en ella?, ¿por qué quería seguir hablando con ella toda la noche?

De repente se acercó a mi, y solo se me ocurrió piropearla. Me pidió una copa y la dije que me acompañara a pedirla. Una vez en la barra:

- O sea que te parezco guapa eh Carrillo?-me preguntó en un tono irónico

- La más guapa de todos los que están aquí seguro

-¿Solo de los que están aquí? Entonces no tengo nada que hacer contigo- en ese momento se me paró el mundo, quería algo conmigo o era ironía? decidí tirarme la piscina, aún sin saber si estaba vacía

- Conmigo puedes hacer lo que quieras aquí y ahora, pero tu verás Martín.

Vanesa cogió la copa que la habían servido unos minutos antes, se giró y me cogió la mano para que la siguiera. Salimos por una puerta trasera, llegamos a un callejón, Vanesa se sentó en un banco y yo me senté al lado.

Narra Vanesa

Tener a Mónica delante mía durante tanto tiempo me estaba volviendo loca, cuando me dijo que podía hacer lo que quisiera con ella, solo me pasó por la mente besarla. La cogí de la mano y la saqué fuera, nos sentamos en un banco. Estuve unos segundos mirando al suelo pensando en lo que iba a hacer, esos segundos se me pasaron como horas.

- Vanesa, ¿estás bien?- me preguntó Mónica

En ese momento giré la cabeza, agarré a Mónica suavemente por el cuello, tenía toda la intención de besarla y cuando estaba a escasos centímetros de su boca, alguien abrió la puerta, era Ana. Volví a mi posición normal fingiendo que no iba a pasar nada